La secretaria de Salud, Leticia Delgado Carrillo explicó que un brote es cuando se dan al menos dos o más casos de la misma enfermedad en el mismo lugar, tiempo y con personas cercanas, lo que provocará crecimiento significativo de casos en relación al ritmo en cómo se han estado presentando.

 

Con la escalada de casos conjugada con quienes no aplican las medidas preventivas estamos entrando a un riesgo de mayor transmisión y con ello, en vez de casos se empezarán a registrar brotes, indicó.

 

Delgado Carrillo dijo que eso sería una de las varias señales que estarían indicando el ingreso a la fase 3 de la contingencia en la entidad.

 

“No dejemos que los casos se hagan brotes, por el contrario evitémoslo para que se fortalezca la salud y la calidad de vida que todas y todos merecemos”, señaló la titular de Salud.

 

Al respecto, la subdirectora de Epidemiología de la Secretaría de Salud, Diana Carrasco Alcántara detalló que el estudio de brotes son herramientas que siempre comparten en Epidemiología y son de manera rutinaria, ya que constantemente están estudiando e investigando en campo si efectivamente se están presentando estos brotes de diversas enfermedades.

 

Tras señalar que un estudio de brote es una herramienta básica en la salud pública, sobre todo en enfermedades emergentes como el Covid-19, que tiene un comportamiento inusual, Carrasco Alcántara dijo que en primer lugar, luego de las notificaciones, verifican el número de casos que no están esperados y proceden a una activación de un equipo de respuesta, integrado por profesionales con experiencia en campo, estrategias y tomas de muestras, y se realiza una reunión de emergencia, en la cual se implementa un operativo para investigar dicho brote.

 

En primer lugar se realiza una visita al lugar donde se presenta el brote de determinada enfermedad y se convoca a  las personas afectadas para concientizarlos y explicarles cuáles son las acciones en materia de salud.

 

Señaló que existen diversas maneras de estudiar los brotes. Una de ellas son los cercos epidemiológicos, que se establecen a la redonda de donde está el brote, que incluye cierto de número de casas, lugares y colonias para analizar, es decir, se realiza un barrido para identificar casa por casa a todas las personas expuestas, que se categorizan por edad, sexo y comorbilidades, dependiendo de la situación que se está atendiendo, lo que permite identificar los riesgos e implementar acciones concretas de control.

 

Después, la dependencia de Salud identifica a todas las personas que ya manifiestan síntomas y luego se toman las pruebas, pero si son muchos casos se toma una muestra representativa para realizar un informe con la población afectada y los que están en riesgo.

 

Además dijo que este informe se entrega a las autoridades competentes porque una situación de salud no es aislada, ya que deben involucrarse diversas instancias interinstitucionales para acatar las recomendaciones.

 

El principal objetivo de un estudio de brote es  conocer a qué se están enfrentando, estar preparados para la atención y llevar a cabo medidas de control, expuso Carrasco Alcántara.