Esteban Cortés Rojas

*La T4 dio un paso importante en la mariguanización del país *Aumenta de 5 a 28 gramo la tenencia para uso lúdico *Un huerto en casa *¿Habrá violencia el domingo? *A López no le conviene, pero ¿sus fanáticos?

 

La T4 ha dado otro paso, éste muy importante, en su ruta de generar una “sana” convivencia con los criminales del narcotráfico. No otra cosa significa que el Senado haya aprobado en lo general el dictamen que aprueba la Ley para la Regulación de la Canabis (mariguana) que, entre sus aspectos más destacados, permite y aumenta la cantidad para uso lúdico (juego y o diversión), aunque también -como para enmascarar convenientemente el principal objetivo que es el consumo-, se aprobó su utilización en la investigación, comercialización y uso médico e industrial de la yerba.

La votación no fue para nada reñida: Morena y sus aliados que hacen mayoría en el Senado, votaron alegremente a favor aunque no hay evidencia de que se pasaban la bachicha de boca en boca. El que pataleó un poquito fue el PAN, votando en contra; pero el que de plano actuó cobardemente fue el PRI, absteniéndose, lo que deja pensar que los priístas tienen dudas en cuanto a lo dañino que de la yerba y, sobre todo, los alcances de aprobar el uso por divertimento y el comercial del canabis. Aunque la aprobación fue en lo general y falta que se apruebe en lo particular, es decir que se vea artículo por artículo, no deja de ser una desgracia y más porque se anticipa que no habrá quien detenga la mariguanización del país, o mejor dicho la legalización de la mariguanización, pues ya se consume casi indiscriminadamente y, con la aprobación de esa ley, vendrá, no hay porque dudarlo, el aumento en el consumo.

Morena es de la idea de que lo prohibido se vuelve atractivo, cosa que es cierta; pero es falso que despenalizando el consumo se le quite el atractivo y lo adictivo al canabis. Dicen también los partidarios de la legalización, que en otros países funciona para quitar el mercado a las bandas de criminales, pero se olvidan que en esto influye el factor cultural y no es lo mimo, por ejemplo, Holanda que México donde las diferencias culturales están tan abiertas como la lejanía entre Copenhague y Culiacán.

Para que se vea lo terriblemente bondadosa que resulta la nueva ley para “regular” la mariguana, se aprobó la portación de 28 gramos para uso personal cuando antes eran 5 gramos (más que quintuplicada la modificación). Y eso no es nada, pues ahora se podrá tener un huerto en casa: hasta cuatro plantas si nada más reside un vicioso, y hasta seis si son dos bajo el mismo techo. La ley no dice nada para el caso de que sean consumidores todos los habitantes de la casa. Y ¿sabe usted qué altura alcanza una planta de mariguana? Hasta tres metros y son tan frondosas según se les atienda con fertilizante y agua. Eso sí: no se emplagan porque a los insectos no les gusta quemarle las patas al chamuco.

Dicha ley prevé que el Estado se encargue de todo: desde regular el cultivo hasta su comercialización, presuntamente para que no caiga en manos de los traficantes. Ya siendo legal el cultivo en predios rurales, ¿habrá manera de detener la participación de delincuentes en el mercado? O mejor preguntémonos: ¿habrá manera de que los menores de edad no le entren a la fumada cuando se habrán los expendios por todos lados?

MESÓN.- Contra lo que he escuchado, pienso que en la marcha femenil del domingo no habrá violencia. Primero porque será una marcha de mujeres; segundo porque si a alguien le conviene que no se desate una gresca, ese es el presidente López aunque, como resulta evidente, al primer empleado del país le hierve el pecho, le bufa el buche y se le encoge el cuajo nomás de acordarse de que las mujeres se han atrevido a una marcha y, para colmo, a un paro nacional al día siguiente. ¡Pa sus pulgas! Pero quienes sí creen que habrá violencia, argumentan que los chairos -no por antifeminismo, sino por su fanatismo hacia López-, no tolerarán las expresiones que se espera ocurran en la marcha y que no serán halagadoras ni de piropos a la política de López… ¡Arrieros somos!