Indecisos

 

Raúl Merced Lares

 

Es la hora de los indecisos, que son quienes pueden inclinar la balanza en una elección con su voto razonado e inteligente.

Y si bien algunos ya decidieron por quién votar el próximo domingo, hay muchos que tomarán su decisión aún en estos días, lo cual será decisivo en el resultado del domingo.

Habrá quienes voten por diferentes opciones en el caso de la elección de la gubernatura; sin embargo, me parece que la mayoría votaría por Mely Romero o Indira Vizcaíno, las candidatas de Va por Colima y de Morena, que son las que están cerrando con la mayor preferencia o simpatía electoral entre los ciudadanos.

Me parece que muchos captaron demagogia en las propuestas y los compromisos inviables o irreales que hizo la candidata de Morena, muchos de ellos calcados de los que hizo López Obrador en 2018 y que no ha cumplido a casi la mitad de su gobierno.

En el ánimo de los indecisos influye de manera importante el tema de la corrupción y su combate. Y en este sentido, ha calado más la transa que hizo Indira Vizcaíno con un lote cuando fue alcaldesa de Cuauhtémoc, la cual dejó sin más de 90 millones de pesos al ayuntamiento y, por tanto, a los cuauhtemenses, así como las denuncias y los reclamos de la gente por no entregar completos y a tiempo los apoyos de los programas sociales federales cuando fue delegada de estos mismos.

En el caso de Mely, los indecisos pudieron observar, sí, a una candidata preparada, honesta, sencilla, propositiva y comprometida, sobre todo sin tantas demagogias o falsedades, lo que le pudo acarrear muchas simpatías.

El único pero tal vez que le pudieran poner es su falta de firmeza y de liderazgo en asuntos o temas fundamentales como la inseguridad pública y la corrupción, en donde a pesar de que había tela de donde cortar en favor de sus aspiraciones, no lo hizo ni planteó en contrario algo más claro que pudiera vislumbrar la disminución de estos serios problemas que afectan a la sociedad y a las familias.

Sin embargo, a los indecisos no se les puede engañar con declaraciones de que “acabaré con la corrupción y la inseguridad”, así por decreto, de la noche a la mañana o en seis años, tal como lo hizo Vizcaíno y como también lo hizo López Obrador en su momento. Son problemas que ahí siguen intactos y sin ser atendidos por el gobierno, pese a que vienen dañando y agraviando a muchísimos mexicanos y colimenses.

Nos parece también un engaño que la candidata de Morena hable e insista en que hará un “cambio verdadero”, cuando a nivel nacional este cambio que prometió López Obrador no se ve por ningún lado; por el contrario, siguen intactos muchos aspectos que supuestamente iban a cambiar con la falsa cuarta transformación.

Lo que los indecisos han captado es quizá que con Indira viene un cambio, pero no el verdadero que pregona o el que desea la mayoría de los colimenses, situación que se ha venido observando en el país con López Obrador, en donde muchos mexicanos que votaron por él se sienten decepcionados y hasta engañados porque no ha cumplido con sus promesas y compromisos ni tampoco ha conducido al país por el rumbo que la mayoría desea.

Además, quizá alcancen a percibir que Indira representa el riesgo de gobernar con el hígado y no con el cerebro. Las muestras de intolerancia, autoritarismo y soberbia que tuvo en la campaña adelantan el perfil que pudiera tener Vizcaíno si llegara a la gubernatura, en perjuicio de muchísimos colimenses que demandan atención y exigen solución a sus problemas.

Hay que decir que mientras se puede decir que Mely Romero no gobernaría sola, Indira Vizcaíno tendría encima no sólo la sombra de su padre Arnoldo, sino que también se tendría que sujetar a las equivocadas políticas y acciones que viene impulsando el gobierno de López Obrador, contrarias a lo que la mayoría esperaba o deseaba.

De cualquier manera, creemos que entre los indecisos no habrá una preferencia clara por ninguna de las dos candidatas, lo que pudiera ser indicativo de lo cerrado que terminaría el domingo la elección. Sin embargo, en las últimas semanas ha surgido la percepción de que el apoyo de importantes grupos sociales que se vino manifestando y sumando en favor de Mely Romero se puede reflejar el domingo en las urnas.

Los indecisos representan entre el 15 y 20 por ciento en las encuestas y otras mediciones sobre la preferencia electoral, por lo que pueden ser la diferencia el domingo. Y a este grupo seguramente ingresaron muchos ciudadanos que ahora ejercerían el voto de castigo contra Morena, como en su momento lo hicieron con el PRI y luego con el PAN, ya que el gobierno de López Obrador no sólo no ha respondido a las expectativas de cambio que despertó hace tres años, sino que ha marcado un rumbo ideológico y político que no esperaban los mexicanos.

 

REPESCA

 

DE PASADITA podemos pronosticar que en Colima capital la alcaldía está entre Federico Rangel (Movimiento Ciudadano) o Margarita Moreno (Va por Colima); en Villa de Álvarez está entre Guillermo Toscano (Morena) o Tey Gutiérrez (PRI-PAN-PRD); en Manzanillo, el panista y candidato de la alianza Va por Colima, Jorge Luis Preciado, está perfilado a la presidencia municipal, y en Tecomán, Elías Lozano cargó con la ventaja de ser al actual alcalde -pero por el PAN- y puede ganar, aunque muchos sufragios de gente que no está de acuerdo con este chapulineo irán a parar seguramente al popular Sergio “Chamuco” Anguiano, candidato panista de Va por Colima, por lo que se espera un resultado cerrado….. AL FINAL, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación mostró el cobre al pedir a López Obrador que no se meta en las elecciones, cuando éstas prácticamente han terminado. Ya pa qué. Lo peor de esto es que el jefe de campaña de Morena y presidente de México se burle otra vez al pedir a los medios de comunicación que ya no hablen de elecciones. Para dar risa.