PARACAIDAS
Por Rogelio Guedea
Como lo habíamos pronosticado en esta misma columna, quien logró hacer converger las diferentes fuerzas políticas al interior y exterior del SNTE6 y convertirse en ganador de la reciente elección de este sindicato magisterial fue el maestro Miguel Huezo. No fue, sin embargo, una elección fácil, ni tampoco tersa, pero al final se impuso la avanzada que venía del mismo líder anterior, Jaime Núñez. La elección dejó varias enseñanzas importantes: la primera es que nos muestra con claridad, dado que fue un ejercicio de votación directa, que el SNTE está atomizado y quien lo liderará no lo hará bajo un principio de mayoría absoluta. La votación fue muy pareja entre los cinco candidatos, casi empate técnico entre los candidatos punteros, de forma que habrá que establecer desde la base sindical medidas muy claras y transparentes para que el nuevo liderazgo se fortalezca y no cause, en cambio, más divisionismo. Miguel Huezo tendrá que velar estrictamente y de igual modo por los derechos y bienestar de todos los agremiados al SNTE6, sin revanchismos de ningún tipo ni distinciones. La elección también mostró por qué el magisterio, vía el PANAL, partido político que lo alimenta, no tiene fuerza en las elecciones: están muy divididos o, por lo menos, el liderazgo principal no logra aglutinar al mayor número de agremiados, por la razón que sea. Esto debe ser el primer análisis que deberá hacer el nuevo líder Miguel Huezo, puntual y sin autocomplacencias, pues ya confirmamos que el magisterio sale a votar (en esta elección fue una votación récord) y si lo hacen así en las elecciones de cargos de elección popular, podrían tener siempre representantes en el Congreso local, las regidurías y en las alcaldías Finalmente, debo decir una cosa: lo maestros deben aprender a no ofenderse, dar el ejemplo de civilidad es muy importante dado el baluarte que representan, este debe ser un principio por aprender para la próxima elección, cada quien puede votar por quien quiera y elegir la propuesta que quiera, eso no demerita a nadie, lo que es penoso es ofender a quien no piensa u opina como nosotros, porque contraviene los principios de la democracia, cuya peor sepulturera -no lo olvidemos- es la intolerancia. Felicidades al nuevo líder y a trabajar con todo por el magisterio colimense, porque se lo merece.
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Rogelio Guedea
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