En solfa
Por Héctor Sánchez de la Madrid

Lo preocupante no es la perversidad
de los malvados sino la indiferencia
de los buenos.
Martin Luther King

Tal y como se pronosticó, la alianza del PAN, PRI y PRD ha sido complicada desde el 23 de diciembre de 2020 cuando los tres institutos partidarios registraron la coalición Va por México y anunciaron que participarían juntos en las elecciones federales de 2021, que por cierto les fue bien al impedir que Morena obtuviera la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.

A casi tres años de su formación la unión ha participado en comicios estatales y municipales con una competitividad aceptable al enfrentar al aparato del Estado y ganar gubernaturas, diputaciones federales y locales, alcaldías y cabildos, al igual que Congresos estatales. Era imposible que cada uno por su lado, hubieran triunfado en los procesos que intervinieron.

Estuvo bien que los tres partidos se unieran en el 21 ya que a pesar de los encontronazos que hubo adquirieron experiencias que les servirán hacia el 24 en el que se votará por la presidencia, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, 9 gubernaturas, 1,619 alcaldías, innumerables regidurías y 1,098 diputaciones locales; serán cerca de 20 mil cargos electorales en disputa.

Va por México se convirtió en el Frente Amplio por México que aglutina al PAN, PRI, PRD y diversas organizaciones ciudadanas que como tal realizó un proceso inédito para elegir a quien lo representara en la contienda por la presidencia de la República en 2024, resultando candidata virtual la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz. El 20 de este mes “inician” las campañas.

Hasta el 12 de junio del presente año la oposición se observaba débil, sin aspirante viable a la candidatura a la presidencia de México con probabilidades reales de competir y ganar el más alto cargo público en el país, pero ese día surgió Xóchitl Gálvez como la figura idónea al negarle el presidente la entrada a Palacio Nacional cometiendo un desacato a una orden judicial federal.

Transcurrió el trámite del proceso del FAM para que el 3 de septiembre se formalizara la candidatura virtual de quien hoy enarbola la bandera de la esperanza de México, misma que hasta el 29 de febrero del 24 tiene como fecha límite para registrarla de acuerdo al INE. El 20 de noviembre, día en el que se conmemora la Revolución Mexicana, arrancarán formalmente las campañas presidenciales.

Si tomamos el modelo de lo que sucede en Colima y que seguramente se replica en la nación entera, la relación de los partidos políticos, PAN, PRI y PRD, entre sí y con las organizaciones ciudadanas, podemos decir que no están a partir de un piñón y menos que sus dirigentes estén trabajando para ponerse de acuerdo en la estrategia a seguir para apoyar a quien será la abanderada opositora.

Los directivos se reúnen y platican de vez en cuando, aunque siguen separados como antes y presumen una fuerza partidaria que ninguno de ellos tiene. No hay cordialidad, respeto ni apertura de unos a otros, no se han vinculado ni han superado las diferencias, tampoco encontrado similitudes. Los militantes partidistas están peor que sus superiores; los ciudadanos también.

Para colmo, la pelea por las candidaturas empezó hace meses y comienza a caldearse, lo cual va a afectar a la oposición y beneficiar a sus adversarios, la razón es simple, son las mismas postulaciones pero ahora tendrán que repartirse entre los tres partidos y las organizaciones ciudadanas. Los dirigentes debieron de haberse separado del cargo para aspirar a cualquier cargo, no lo hicieron… ni lo harán.

Mientras esto sucede en la entidad y probablemente en todo el país, los presidentes nacionales de los abanderamientos están dedicados a cazar candidaturas para ellos, sus familiares y cuates, además de carteras del próximo Gobierno Federal si gana Xóchitl, Dios quiera que así sea, valiéndoles gorro lo que está pasando en los estados y repercutirá para mal en los comicios, sobre todo en el presidencial.

Basta de los priistas, panistas y perredistas de siempre, ya déjenles las candidaturas a las nuevas generaciones, bastante han lucrado en sus carreras políticas, algunos durante más de 5 décadas y no se han hartado de vivir del erario. Por eso me gusta Xóchitl, porque nunca ha militado en algún abanderamiento político, de ahí que no está contaminada de los vicios que llevaron al PRI y al PAN a perder la presidencia de la República, el primero en dos ocasiones. Ojalá y el FAM la recupere el 2 de junio del 24.