Esteban Cortés Rojas

=Si la cuatroté suprimió los desayunos escolares, ¿cómo no iba a dejar sin el FORTASEG a estados y municipios? =Consulta popular para enjuiciar a Juan Polainas

Cuando al gobierno federal le dio por recortar el presupuesto a los programas sociales (lo cual data de varios meses) que estaban en marcha y que beneficiaban a sectores vulnerables de la sociedad, al presidente López se le ocurrió, sin más, la desgraciada e insensible idea de suspender los desayunos escolares. Sin embargo, el gobierno estatal, para evitar que se concretizara ese atropello a miles de niños que dependían de ese programa, decidió intervenir e invirtió recursos propios, pues no era humano dejar a los menores en esa orfandad.

Eso fue apenas una pincelada de lo que el gobierno de la cuatroté pretendía en las entidades para hacerse de recursos sin tener que aumentar impuestos o pagar un costo político… recursos que, como se sabe, los aplica a programas en que se intercambia apoyo por votos.

Ahora, sin embargo, la Federación fue más allá y decidió, en el paquete fiscal para del año 2021, eliminar el subsidio para el Fortalecimiento de la Seguridad Pública (FORTASEG), con lo que se da un duro golpe a los Estados, porque con esos recursos se dotaba a los gobiernos municipales de patrullas, equipo táctico y demás para enfrentar a la delincuencia.

Hace poco el gobernador Ignacio Peralta entregó ocho patrullas al municipio de Villa de Álvarez, justamente con recursos del FORTASEG etiquetados para este 2020. Durante la entrega el gobernador dijo al alcalde Felipe Cruz Calvario que, a petición del presidente de la República, ese subsidio federal quedaría en ceros, por lo que debían buscar otro mecanismo para hacerse de los recursos que ya no tendrán para el Fortalecimiento de la Seguridad Pública. Peralta dijo que le llamó la atención que dicho programa -que a lo largo de muchos años había fortalecido a los municipios del país en materia de seguridad y que este año aplicó alrededor de 4 mil millones de pesos-, según el proyecto que se presentará para el próximo ejercicio presupuestal al Congreso de la Unión para su consideración, viene en ceros.

La inversión en las referidas ocho patrullas fue de casi cinco millones de pesos, con las cuales se reforzará el parque vehicular de la policía municipal de La Villa, siendo de destacar que dicha cifra de vehículos policíacos equivale al 50 por ciento de las unidades que actualmente tiene en servicio ese municipio.

Desde esta negra perspectiva se aprecia porqué era tan importante el FORTASEG. Sin embargo, el presidente López, como de costumbre, no tuvo ninguna consideración. ¿Será que así pretende obligar a gobernadores y alcaldes a que apliquen al pie de la letra, a querer o no, su política de besos y abrazos al crimen?

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Este fin de semana, las disminuidas huestes de la cuatroté seguían defendiéndose en las redes sociales contra la que parece inevitable sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a la “consulta popular” para enjuiciar a los expresidentes de la República. La Corte dio a conocer que el jueves uno de octubre someterá a la votación del Pleno el proyecto de sentencia del ministro Luis María Aguilar, quien propone declarar inconstitucional  la dichosa consulta por violatoria de los derechos humanos al ignorar la presunción de inocencia de los presuntos delincuentes.

El que azuza a su clientela cuatroteista de mascotas (así los llama) es el presidente López, y a la vez presiona a los Ministros conminándolos a que atiendan el sentir popular expresado en la consulta.

No se necesita ser jurisconsulto para  saber que el método de la “consulta” es como regresar la justicia la barbarie medieval linchando a los presuntos culpables.

Hagamos un sencillo ejercicio: se somete a consulta popular enjuiciar a Juan Polainas. Si los consultados dicen sí, se descargaría la “justicia” contra Polainas; pero ¿qué tal si Polainas no es responsable del delito que se le señala? Al revés: los consultados dicen no, pero ¿qué tal si Polainas deveras es responsable de lo que se le achaca? Y es que pueden darse esos hipotéticos casos dependiendo de que la masa popular la maneje en un sentido o en otro un menso merolico como ocurre ahora con el caso de los expresidentes.

Si tenemos fiscalías y auditores para dar y prestar, ¿para qué enredarse en consultas populares para enjuiciar a alguien? No parece que López quiera, en serio, enjuiciar a ningún expresidente; lo que quiere es alborotar a su gallera por la renta electoral que ello implica. Si quisiera enjuiciar a los ex, ya le hubiese pedido a su fiscal carnal iniciar indagatorias. No nos pasemos de vivos. No se necesita consulta para mandar al bote a nadie. Ojalá que López procediera, en serio, contra los expresidentes… ¡Arrieros somos!