Por César Barrera Vázquez
 
ALTOZANO, CASO CERRADO. Y EL POTENCIAL DEL RECINTO FERIAL
Tras la resolución en términos absolutorios por parte de la Fiscalía Anticorrupción del Estado en el caso Altozano, la gobernadora Indira Vizcaíno por fin podrá darle vuelta a la hoja a uno de los escándalos mediáticos que más perjudicó su figura política.
El diputado del PRI y coordinador de la bancada de ese partido en el congreso local, Héctor Magaña Lara, confirmó a los medios de comunicación que el fiscal anticorrupción –se dice que renunció el día de ayer–, Francisco Álvarez de la Paz determinó que no existe responsabilidad de Indira que amerite una acción penal en su contra.
 
Hay que recordar que este tema ha perseguido a la gobernadora desde que fue candidata a diputada federal por el PRD en el 2015, como diputada federal por el PES en el 2018 y volvió a revivir en el 2020 y durante este proceso electoral, más recientemente como candidata a gobernadora por Morena.
 
Debido a eso, la misma Indira, como candidata a gobernadora, pidió al fiscal Francisco Álvarez concluyera la investigación y se pronunciara sobre la carpeta de investigación en su contra.
 
No se hizo de manera inmediata y se dejó pasar toda la campaña electoral sin un pronunciamiento, lo que sin duda debió afectar la imagen de Indira en la contienda electoral. No fue sino hasta que el diputado Héctor Magaña cuestionó directamente al fiscal Francisco Álvarez, sobre este hecho de conocimiento público, cuando respondió que el caso está cerrado y no se encontró ninguna responsabilidad penal para ejecutar una acción penal en su contra.
 
Así se pone fin a la querella que tuvo su origen con la sustitución de un área de donación de siete hectáreas en el fraccionamiento Altozano por terrenos en la cabecera municipal de Cuauhtémoc, un procedimiento que fue acordado por el cabildo, a propuesta de Indira Vizcaíno el 08 de marzo del 2013.
 
En ese entonces, las y los regidores de Cuauhtémoc aceptaron que en lugar de un predio de 7 hectáreas en el fraccionamiento de alta exclusividad Altozano, la empresa desarrolladora les entregara dos predios en la cabecera municipal, con el argumento de que ahí se instalaría el recinto ferial.
 
Por esta acción, en el 2017 un grupo de ciudadanos de Cuauhtémoc interpusieron una denuncia penal contra Indira debido a un probable daño a las finanzas del municipio por un monto superior a los 93 millones de pesos.
 
No fue sino hasta agosto del 2019, cuando el Ministerio Público de Cuauhtémoc turnó la carpeta de investigación por el probable delito de peculado a la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción.
 
Ya en agosto del 2020, en la antesala de la elección a la gubernatura, Francisco Álvarez de la Paz informó que se mantendría abierta la carpeta de investigación contra Indira por esa permuta de terrenos.
 
Luego del pronunciamiento de Indira como candidata para que se resolviera esta controversia –incluso se amparó para apresurar la resolución–, nunca más se volvió a tocar el tema y la campaña siguió hasta el triunfo de Indira.
 
Ahora se sabe que no hay fundamentos, no hay evidencias con el suficiente valor probatorio para ejecutar alguna acción penal en contra de Indira por su trabajo como presidenta municipal de Cuauhtémoc.
 
Eso en el plano jurídico, aunque seguramente el fantasma de Altozano seguirá rondando a la gobernadora, como suele pasar con esos temas que se vuelven mitos urbanos: hay personas que creen que un ex gobernador fue el autor intelectual del avionazo de Gustavo Vázquez. De ese nivel es la paranoia.
 
Haría bien, por otro lado, la presidenta municipal de Cuauhtémoc, Gabriela Mejía, en aprovechar e impulsar el recinto ferial. Al tratarse de una obra que dejó Indira como alcaldesa, seguramente tendrá el respaldo del gobierno estatal.
 
Si ya está este espacio, de gran potencial, pues que se aproveche y se desarrolle todo su potencial. Que la alcaldesa Gabriela Mejía presente un proyecto para un mejor aprovechamiento del recinto ferial.
 
No es que el recinto ferial fuera una mala idea desde el principio, sino que no se le ha dado el seguimiento adecuado: los anteriores alcaldes de Cuauhtémoc no tuvieron la visión ni la capacidad de gestión para desarrollar un proyecto importante en el recinto ferial, que permita desarrollar todo el potencial de este espacio y, de esa forma, que la ciudadanía revalore esta infraestructura que dejó como legado la gobernadora durante su administración como presidenta de Cuauhtémoc.
 
Dos puntos
Es un error seguirle invirtiendo dinero público a Pemex, que se ha convertido en un barril sin fondo: el gobierno de López Obrador le dará otros 3 mil 500 millones de dólares para reducir el monto de la deuda de este organismo paraestatal. Con esa cantidad ya superan los 30 mil millones de dólares los que el gobierno de AMLO ha invertido en estos tres años. Es un desperdicio de recursos, dinero público que podría destinarse a seguridad, salud y educación, temas más prioritarios para la población.