Por Esteban Cortés Rojas

= AMLO tiene urgencia = Si no acaba con el INE, puede ir a prisión = La feria, da pena = La transvolcánica, mérito de Calderon y Peña = Ante las balaceras, hágale caso a Indira: ¡corre corazón!

El presidente López Obrador tiene urgencia -mucha y no le falta razón-, por acabar con el INE pues, pues si fracasa en el intento, sus días en libertad estarían contados luego de que termine su holganza en palacio nacional. Como usted, yo y todos lo sabemos, las siguientes elecciones presidenciales -de las que resultará el relevo de López-, están prácticamente a la vuelta de la esquina, comicios en los que, si no gana alguna de las mugrosas corcholatas lopezobradoristas y, por el contrario, sale triunfador alguien que no sea afín a sus planes continuistas, López irá al bote sin tocar baranda como se dice en el billar cuando sale una carambola limpia. De ahí que le corra prisa por hacerse del control del aparato electoral para que sea él, solo él y nada más que él como todo dictador, quien decida al ganador o ganadora -o el perdedor o la perdedora, que es lo mismo-, de la elección presidencial venidera.

López Obrador iría a la cárcel por su omisión -por cobardía o complicidad-, para combatir al crimen organizado, por sus indiscutibles ligas con el narco, por dejar sin medicinas a los niños con cáncer, por las miles de raterías que, a ciencia y paciencia suya, cometen sus colaboradores todos los días; por las constantes violaciones a la Constitución, por la opacidad en todas las acciones de gobierno, por haber corrompido al Ejército y la Marina -la Armada, no la Mercante-, por la inconstitucional militarización del país en vez de mejorar las corporaciones policiacas, por los contratos de obra y servicios sin licitación a sus cuates y parientes igual de ratas que él, por el enriquecimiento súbito de su sus hijos conocidos por Los Trivagos, por los tiraderos de dinero que han significado cada una de las obras que ha emprendido (el ecocida tren maya, la refinería de Dos Bocas que después de seis meses de inaugurada no ha refinado ni un litro de petróleo, siendo más probable que termine en una purificadora de agua pues cada que llueve se inunda porque está construida al nivel de mar; y el aeropuerto Felipe Ángeles, al que para arrimarle clientes le construyen hoteles cuando lo que necesita son vías de acceso. Por no trabajar -como reveló el hakeo de Guacamayas a la Sedena, al decir que después de la mañanera López holgazanea de lo lindo -a menos que tenga que ir a Badiraguato-, no iría al bote, pues en ninguna parte de la Constitución o de los códigos penales dice que sea delito haraganear.

Por eso López Obrador anda que no haya la puerta, desesperado como rata en quemazón en su intención de desaparecer al Instituto Nacional Electoral, no tanto por relevar a su presidente, Lorenzo Córdova -que si eso quisiera no tendría mayor problema-, pues lo que quiere es desaparecer a todo el instituto, a todos sus integrantes junto con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque sabe que la mayoría de sus actuales integrantes no se prestarán a una marranada suya. En cambio, quiere que los nuevos consejeros sean «electos democráticamente» porque sabe que sus huestes de chairos que piensan con el estómago y votan con el intestino grueso, elegirían a cualquier burro domesticado que les indique el presidente.

El domingo venidero se efectuará en la mayor parte del país, una marcha civil para protestar contra los planes de López Obrador por acabar con el INE que encarna el único intento serio por la democracia electoral en la historia del país, objetivo que en buena medida ha alcanzado el Instituto aunque siempre sea perfectible el objetivo. Y el lunes habrá un paro nacional de actividades apuntando al mismo propósito, consistente en suspender toda actividad productiva y las compras en el comercio a manera de reprobar las acciones de López Obrador y en apoyo al INE. Quién sabe si resulten exitosas estas dos manifestaciones, sobre todo la segunda, pues no es fácil dejar de trabajar ni abstenerse de hacer compras, pero por lo pronto se puede decir que el sólo anuncio fue exitoso pues a López lo han haciendo zurrrar verde a juzgar por los furibundos calificativos que ha lanzado contra los que vamos a participar: «clasistas, racistas y muy hipócritas», palabras de López que suenan a música celestial, pues si no le preocupara el tema hubiese lanzado un cordial saludo a los posibles manifestantes.

¿Clasista, racistas y muy hipócritas? !Flor de la calabaza!

MESON.- La Feria de Todos Santos da pena. En un solo pedazo de calle de las viejísimas instalaciones, vi dieciocho locales desocupados y todo es en un soberano desorden. No se respetaron los lugares históricamente ocupados por los comerciantes y las rentas se elevaron a niveles indíricos {} Arnoldo Vizcaíno asegura que la construcción y conclusión de la carretera transvolcánica es logro de los gobiernos de AMLO y de Indira, su hija. Miente. Nada tienen que ver ni el uno ni la otra. La obra la inició Felipe Calderón y la prosiguió Peña Nieto hasta dejarla con sus 14 puentes terminados. El lópezobradorismo se limitó a ponerle los últimos pegotes de asfalto después de que se destrabó el amparo de los ejidatarios de San Marcos, asunto que atendieron autoridades agrarias {} El estado sigue punteando en los primeros lugares de criminalidad y ha de ser por eso que Indira canta: corre, corre, corre corazón / de los dos tú siempre fuiste el más veloz. Tiene razón, porque en una balacera no queda más que correr lo más rápido posible porque la estrategia de seguridad del gobierno no es de fiar, o ¿ha disminuido la matanza con tanto soldado, marino, guardia nacional y policías? Al primer disparo, hazle caso a Indira y ¡córrele, corazón!