Esteban Cortés Rojas
**Las aventuras de López en Chiapas = Tres veces lo bloquearon = Su riesgoso estilo, de lo impolítico a lo ofensivo = Los talibanes y las mujeres
Lo sucedido este fin de semana con el presidente López Obrador es muy preocupante: durante su gira de «trabajo» por el estado de Chiapas, fue bloqueado el vehículo en que se moviliza por parte de profesores afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación -la tristemente célebre CNTE-, cuyas demandas -cualesquiera que hayan sido-, no justificaban el bloqueo con ribetes de secuestro al mandatario nacional. Lo extraordinario es que el presidente fue maltratado de esa manera por tres días consecutivos en la misma gira: la primera vez, el viernes 28, en Tuxtla Gutiérrez; la segunda el sábado 29, en Frontera; y la tercera el sábado, en Tapachula. La primera vez fue por dos horas; segunda y la tercera fueron breves, pero no por eso dejaron de ser retenciones forzadas contra la voluntad del presidente.
López Obrador viene ejercitando un estilo de gobernar que se sale de las formas de cortesía. No es ningún secreto que el presidente se pasa de impolítico, llega a lo claridoso y frecuentemente a lo ofensivo. Lo mismo con periodistas, con empresarios, con actores políticos -gobernadores, diputados, senadores-, que no son de su abanderamiento. A todo mundo -salvo a la mamá del Chapo, dicen-, trata con brusquedad, con apodos y hasta con vulgaridades y leperadas como la vez que recomendó a algunos ponerse vitacilina, figura del lenguaje popular que no quiero explicar. Todo ese maltrato le ha generado al presidente que le aleguen en el mismo tono, lo cual no preocupa cuando sus contrincantes son «gente de razón» que toman las cosas con humor; pero no todos los receptores de los agrios y groseros mensajes de AMLO se toman las cosas del mismo modo y, en un bloqueo como los que comentamos, podría ocurrir una tragedia si alguien ve la oportunidad de cumplir alguna amenaza como ya se han escuchado en las redes sociales.
López Obrador, por su parte, según parece no se da cuenta de lo que él mismo provoca. En el primer bloqueo de Chiapas, no solo ignoró lo que le pedían los profesores sino que respondió pidiendo respeto, olvidando o ignorando que el respeto se gana y se brinda, no se pide y menos se exige; y fue incapaz de descender del vehículo para desactivar el problema ofreciendo atención propia o de terceros a sus demandantes.
Con esas actitudes, cualquier día podrá suceder lo que no queremos que suceda al presidente.
MESON.- Ahora que abandonaron la plaza los militares de EEUU y de otras naciones europeas, los talibanes de Afganistán han dicho que suavizarán el régimen que se rige por la doctrina musulmana y que se ensaña principalmente con las mujeres. En el pasado, el gobierno talibán no permitía que ninguna mujer trabajara fuera del hogar, salvo algunas enfermeras y doctoras en hospitales. También ejercía total prohibición a toda actividad de mujeres fuera de su casa si no iban acompañadas de un mahram (padre, hermano, marido o pariente cercano masculino). Las mujeres no podían ser atendidas por doctores masculinos ni estudiar en ninguna escuela básica, media o superior. Las mujeres debían llevar el burqa que cubre de la cabeza a los pies. Estas son otras restricciones aplicadas por el talibán a las mujeres: azotes, palizas e insultos por vestir contra las reglas del talibán o por no ir acompañadas del mahram. Azotes por no ocultar sus tobillos. Lapidación pública a las acusadas de relaciones sexuales fuera del matrimonio. Prohibido el uso de cosméticos so pena de amputar dedos por, por ejemplo, pintarse las uñas. Prohibido hablar o estrechar las manos a varones excepto del mahram. Prohibido reír en voz alta pues ningún extraño debe oír la voz de una mujer. Prohibido llevar tacones que produzcan sonido al caminar. Prohibido subir a un taxi sin su mahram. Prohibido presentarse en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo. Prohibido practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo. Prohibido montar bicicleta o motocicleta. Prohibido llevar indumentarias de colores vistosos porque, según el talibán, son «colores sexualmente atractivos». Prohibido lavar ropa en ríos o plazas públicas. Prohibida la nomenclatura de calles y plazas con la palabra «mujer». Prohibido asomarse a los balcones. Opacidad obligatoria en las ventanas para que no puedan ser vistas. Prohibición del acceso a los baños públicos. Prohibición a hombres y mujeres de viajar en el mismo autobús. Eso y más para las mujeres en la ley de los talibanes, seguidores ultraconservadores del islam. ¡Arrieros somos!