Esteban Cortés Rojas

*La marcha y el paro de mujeres se impusieron a todo *Llenaron los zócalos del país *Se esperan cambios radicales *Porfirio se equivoca con la dictadura silenciosa *El fuchi guácala no detendrá la pandemia

 

Descalificaciones, burlas, advertencias abiertas y encubiertas, amenazas en las redes sociales, insultos, intentos de arrebatar el movimiento. Todo eso y más ensayaron las huestes lopezobradoristas contra las mujeres porque creían que esas manifestaciones eran contra el presidente; pero nada les dio resultado, ni siquiera infiltrar la marcha con golpeadoras y golpeadoras encapuchados que causaron desmanes y cometieron agresiones. La marcha del domingo y el paro nacional del lunes se efectuaron conforme a lo previsto pero superando expectativas. ¿Cuántas mujeres participaron en la marcha del 8 de marzo y que abarrotaron los zócalos de la CDM y de la mayor parte del país? Millones. Y el paro del lunes no pudo ser más exitoso: las calles casi solas, vacías, escuelas, centros de espectáculos, plazas y locales comerciales semivacíos o de plano desiertos. Todo triste. Se notaba y sentía la dolencia por las mujeres que han sido bestialmente sacrificadas y se percibía el enojo de las que protestaban. Si, como decían, hubiesen sido esos eventos contra el presidente López, ahora estaríamos hablando de otra cosa.

Lo risible del caso es que después de la movilización femenil, López se ufanaba: respetamos (el gobierno) la liberta de expresión.

Lo que debe seguir después de la marcha y el paro es un cambio auténtico en el que ya no veamos feminicidios, acoso sexual, ningún tipo de violencia ni desigualdades por el género. Ese es el resultado que esperamos de esta retumbante manifestación femenil y aunque no será un resultado que veamos de inmediato, si deberá suceder en un plazo perentorio, es decir urgente porque de no ser así ¿qué seguirá a esta desafiante manifestación feminista? Ese cambio no se refiere a que haya más leyes -que es la salida fácil de políticos torpes-, ni nombrar más mujeres en el gabinete como dijo que hará el presidente López pues, como se ve, de nada ha servido que hora tenga tantas inútiles -nepotas la mayoría-, como tampoco han servido las modificaciones legislativas y nuevas disposiciones legales. Lo que se requiere es un cambio de mentalidad en la sociedad que lleve a reeducarla para que ya no ocurran crímenes contra las mujeres y a exigirle al Estado que cumpla su obligación de atrapar y castigar a los criminales. Es decir, un cambio que desaparezca todo lo negativo que ahora se ve. Y en eso, el Estado debe ser el que haga punta.

MESON.- “No es que me oponga a una dictadura silenciosa, sino que me parece una hipocresía y un doble lenguaje que no cabe en la 4T”, dijo Porfirio Muñoz Ledo, en reclamo porque sus compañeros de Morena en la Cámara de Diputados, le prometieron apoyar una propuesta suya en el marco de la reforma al artículo cuarto constitucional, pero descubrió que solo tres le habían cumplido. De “hipócritas y lambiscones” no bajó a sus colegas y correligionarios. Pero miente Porfirio cuando llama al régimen de López “dictadura silenciosa”, porque cada vez que López ordena a sus diputados que paren y acomoden el trasero, lo aclaman a grito abierto y gozoso <> Muchos videos han circulado con imágenes en las que se ve que las encapuchadas que causaron  destrozos en la marcha de mujeres el domingo 8, bajan de vehículos policiacos y reciben indicaciones de uniformados. Es prueba de que las reventadoras fueron enviadas desde alguna oficina de la 4T; y lo confirma el hecho de que Aristegui haya entrevistado a una de esas tipas para darle voz al antimovimiento <> Más vale que el Covid-19 se quede en los números que lleva en México porque si la pandemia se desata, López y su fantasmagórico secretario de Salud no hallarán donde meterse ni quién los proteja, lo que sería muy merecido porque no están haciendo nada para evitarlo. Estados Unidos ya cerró sus fronteras a extranjeros principalmente de Europa y Guatemala hizo lo mismo; pero nuestro gobierno seguramente está creyendo que bastará con un fuchi guácala para conjurar el problema… ¡Arrieros somos!