Esteban Cortés Rojas
*López y su idea de la Ley Piñata *Culpa a la prensa, pero quienes más se ocupan de él son internautas *Tendría que fiar a los que no puedan pagar *Corre que te alcanza a los morenos radicales
El presidente López está enojado con la prensa, tanto que el viernes pasado en su habitual sermón a los lecheros (los que madrugan) desde el púlpito palaciego arremetió con cara de pocos amigos: “…estoy buscando la manera de que cooperen, porque el atacarme es para ellos (periodistas) una empresa lucrativa. ¿Cuánto les dan para atacarme? Ganan por eso. Entonces deberían de cooperar en algo. Que sigan atacando, pero de lo que les pagan…, porque (la prensa) es prensa vendida o alquilada…, que ayuden en algo…”.
Como de costumbre, López se equivoca porque no es “la prensa” la que lo trae patinando con críticas muy fuertes por su actuar equivocado -tarea en la que tiene eficientes colaboradores, como su esposa que recientemente se mostró desalmada con los niños con cáncer-, sino que las redes sociales no le perdonan nada y lo traen, como se dice, finto. La prensa también, pero en menor proporción ya que en las redes sociales es donde se da el mayor número de críticas inmisericordes y despiadadas. Pero solo están usando métodos y formas copiadas que los “amlovers” pusieron en boga en la campaña electoral, sólo que ahora se le volteó la tendencia a López.
¿Y cómo quiere que reaccionen las redes sociales si su gobierno no da una? Solo por citar tres rubros en los que se comprometió a dar buenos resultados: economía, seguridad y corrupción, que fueron cantaleta de campaña: desde antes de la pandemia la economía se le cayó a menos cero de crecimiento; en seguridad no hay resultados… mejor dicho sí, pero son horrorosos, pues las estadísticas como La Bamba: arriba y arriba; y en corrupción, los morenistas (y los hijos de… los morenistas) salieron más bravos quizá por su ADN prianista. Eso es nada más en tres rubros, pero en toda la administración pública anda igual si no es que peor.
Las cosas están muy graves y no tienen remedio. El propios López lo sabe y por eso, convencido de su incapacidad, “pensó” en sacarle provecho: cobrar impuestos a quienes le “peguen”. Es decir, crear la Ley Piñata.
Claro, todo es apenas una idea a la que falta darle forma y plantearla como proyecto a la cámara de diputados a ver si se la aprueban los legisladores sobrevivientes al ataque de risa que seguramente les provocará. En vigor, todo sería sacar mucho dinero de la pendejez.
En este terreno de los impuestos ridículos, hay mucho camino andado por todo el mundo, y van desde quienes han ideado cobrar impuestos por las flatulencias de las vacas, por el número de puertas y ventanas de una casa (López (otro) de Santa, en 1858) o la balsa de flores y una garza empollando que el rey Azcapotzalco exigía en 1325 a los aztecas que luego, por el año 1521, cuando ya había hecho de las suyas, Cortés modificó para exigir piedras preciosas, oro y otras cosas de valor.
No cabe duda que el presidente López -aparte de recodarnos al -¡uno más!- López que dijo en los años 80 “no pago para que me peguen” que era más inteligente al “pago porque me peguen”-, supera a todos con su intención de cobrar impuestos a quienes le aticen por sus yerros.
La Ley Piñata, de quedar en la legislatura mexicana, tendrá forzosamente que contemplar imprevistos porque entre los internautas de las redes sociales y los periodistas, de seguro habrá quienes no dispongan de efectivo al plazo de pago y habrá que considerar pagos en especie y probablemente hasta crédito fiscal, o sea pegue hoy y pague después. Fiado, pues.
Importante sería establecer en la histórica Ley Piñata, qué sí y qué no se le podrá decir al presidente, lo que podrá resolverse al establecer tarifas según sea el calibre de las expresiones. ¿A cuánto quedaría la mentada? Lo pregunto porque para muchos internautas es de uso diario.
MESON.- A los morenos radicales por poco les da corre que te alcanza porque la Comisión de Hacienda del Congreso aprobó la solicitud de crédito al Ejecutivo Estatal por 750 millones de dólar… perdón, de pesos, de dólares es la que López adquirió y no por 750 millones sino por mil millones… Y no era para menos, pues se dio un paso para frustrar el plan de asfixiar económicamente a los estados que se le ponen al brinco al gobierno federal moreno porque literalmente los deja en cueros llevándose la recaudación fiscal y regresándoles una bicoca… Pero todavía falta la aprobación del pleno del Congreso… ¡Arrieros somos!