Esteban Cortés Rojas

=No había necesidad de desaparecer fideicomisos =Serán la caja chica del Presidente =Pa´las pulgas de Porfirio, el INE no le da el gane =La política y las matemáticas, según OAV   

 

    Nada le impedía al presidente López hacer que los fideicomisos funcionaran correctamente en el supuesto de que, como lo afirma, la corrupción había infestado a esos organismos y su finalidad se malograba.

    Los fideicomisos son organismos que funcionan con recursos públicos otorgados por Estado y en teoría se dedican a dar atención a necesidades específicas de beneficio social. El ejemplo más ilustrativo es el fideicomiso del Fondo Nacional de Desastres Naturales -FONDEN- que se dedica a restañar daños causados por huracanes, terremotos, etc. Entre los más de cien fideicomisos que existen bajo ese esquema, se manejan más de 65 mil millones de pesos.

    En el tema que acaparó los más importantes espacios en los medios de comunicación la semana anterior, como era la desaparición de los fideicomisos (lo que ocurrirá hasta el año siguiente, porque tampoco es cosa de que la desaparición sea fulgurante), al presidente López le bastaba girar las instrucciones pertinentes a quien correspondiera para poner orden para que fideicomisos continuaran operando. Es muy probable que, como dijo López, la corrupción campeara en los fideicomisos, pero no era algo que no pudiera evitarse. No proceder contra los corruptos (lo que distingue a López) es tanto como aceptar la corrupción y dejarla que siga haciendo de las suyas. Igualmente, es cierto que, como lo dijo López, la función de los fideicomisos puede ser absorbida por otras dependencias y así evitar los corrompidos fideicomisos. Pero volvemos a lo mismo: ¿por qué dejar impunes a los corruptos manejadores de los fideicomisos?

    La intención de López no es que los fideicomisos funcionen correctamente, pues para eso no era necesario desaparecerlos, sino hacerlos que funcionaran bien. Pero su real intención es apropiarse de los abundantes recursos que manejaban los fideicomisos, argumentando la necesidad que impone la pandemia del coronavirus.

    Lo que procedía era agarrar a los corruptos y ponerlos en la cárcel, y no desaparecer los fideicomisos que llevaban apoyo a los estados federados y municipios en caso de desastre, a los artistas, a los científicos, a los deportistas y cineastas del país y un largo etcétera hasta llegar a los más de cien temas.

    Para apropiarse de los fideicomisos a López le bastó ordenar que votaran a favor de la extinción a su mayoría legislativa de obediencia ciega, mayoría que nunca oye quejas de nadie, y todavía se aplaudieron solos después de lograr su criminal propósito de desaparecerlos.

    Sin fideicomisos no habrá corrupción, pero tampoco programas sociales. Y lo peor -o mejor, según se vea-, sus fondos financieros pasarán a ser la caja chica del Presidente.

    MESON.- La semilla de la discordia está sembrada y germinará en una frondosa hiedra venenosa que envolverá a todos los militantes de Morena. Me refiero al resultado que dictaminó el INE en la encuesta para elegir al presidente de ese partido: un “empate técnico” entre Porfirio Muñoz Ledo que obtuvo 25.34% de la votación, contra 25.9% de Mario Delgado. Según las reglas del INE, esa diferencia entre los contendientes no supera el margen de error que se le calculó a la propia encuesta, y allí la puerca torció el rabo porque, según el INE, las 5 décimas de punto entre uno y otro candidato, equivalen a solo dos votos y eso -por el margen de error de la encuesta-, impide definir un ganador. ¡Pa´las pulgas de Porfirio! El veterano pugilista (no es nada más una figura gramatical, porque Porfis fue boxeador amateur y muy bueno, según referencias), dice que haiga sido como haiga sido es el ganador y exige que el INE la declare así para tomar posesión. En cambio, Mario Delgado toma las cosas de otro modo y muy calmado dice que la siguiente encuesta que ha decretado el INE, es la vencida. Sin embargo, ya agarraron partido senadores y diputados de Morena que igual aporrean a uno como apoyan a otro, y eso no es más que lo que cabe esperar de Morena cuyas tribus terminarán liados en un lindo pleito sin dar ni ofrecer cuartel. El rosario de Amozoc, ni más ni menos <> “La política tiene mucho de aritmética. Cuando reconoce el trabajo del de enfrente, se suma; y cuando por el contrario, se denosta al de atrás, se resta. Cuando se reconoce a los de enfrente y a los de lado, se multiplica, y cuando no se toman las decisiones, uno divide”. Este interesante entrecomillado político-matemático son palabras de Oscar Avalos Verdugo, aspirante a la candidatura por el PRI para gobernador del Estado, dichas en entrevista del periodista Alberto Carbot, hecha la semana pasada para la publicación Quadratín/México. Las palabras de Avalos tienen más fondo que el Oceano Pacífico… ¡Arrieros somos!