Esteban Cortés Rojas

=Libramiento, un acierto =Inversión privada para generar empleo =Para buenos gobernantes, no postular a los mismos inútiles =Panistas invocan lo que ya no hay =PRD ¿solo con su soledad?

El proyecto de nuevo libramiento carretero (Colima-Vía Rápida) que se construirá al oriente de la capital del estado por donde serán desviados los vehículos de carga pesada, es un acierto de la administración estatal. Dos aspectos fundamentales subyacen como motivo de esta obra: en lo social, el ya insostenible flujo de camiones cargueros provenientes del puerto de Manzanillo con repercusiones negativas a la ciudad por el intenso tráfico y su alto índice de accidentes, contaminación y mala imagen urbana. El otro aspecto: de los 2 mil millones de pesos que costará, un centavo no saldrá de las arcas estatales. Será costeado al 100% por particulares.
El novedoso modelo de inversión APP (asociación público-privada), se aplicará en esta obra que, por otra parte, se inserta en la estrategia de reactivación económica del país anunciada hace meses por el presidente López.
El gobernador Ignacio Peralta acertó en adoptar la modalidad de inversión para un proyecto muy necesario con visión a largo plazo, puesto que con el alto flujo de carga pesada (por el crecimiento acelerado del puerto de Manzanillo que ya tiene instalaciones en el vaso dos de la laguna de Cuyutlán), se contempla el incremento de tránsito de 4,600 tráileres diarios en los próximos 3 años que se sumarán a los que hoy día circulan y que rondan los 6 mil.
Adicionalmente, ante la falta de importantes inversiones públicas de infraestructura que generen derrama económica, la inversión de estos 2 mil millones de pesos significa un aliciente para la economía local con la creación de 3 mil empleos directos que beneficiarán a empresas locales en contratación y prestación de servicios.
Pero no faltan las voces de quienes, como siempre, se oponen y buscan entorpecer toda iniciativa benéfica. Sin embargo, una inversión con el modelo APP, da certeza, certidumbre y transparencia, porque siendo dinero de particulares no hay riesgo de desviación o mal gasto, pues nadie en su sano juicio invertiría en algo que fuese a salir mal o que tuviera tufo de corrupción.
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En estos tiempos convulsos y caóticos cobra mayor vigencia lo que se dice en redes sociales en cuanto a que, quien haya sido regidor, diputado, alcalde o senador y que no hizo nada en bien de la comunidad, debe dejar el lugar a quienes sí tienen deseos, aptitud, visión y compromiso social.
Los políticos “tradicionales” ya están muy vistos y desprestigiados; en cada oportunidad reinciden y quieren llegar por la vía que sea: elección, plurinominal, designación o como se les acomoden las cosas, aunque su trabajo previo haya sido nulo. Esos politiquillos ya no convencen; la ciudadanía está harta de que los mismos rostros, los mismos monos gobiernen con sus mismas prácticas de saqueo y corrupción.
Quienes aspiren a una candidatura en las elecciones venideras deben tener perfil ciudadano, experiencia en la administración pública o activismo en la sociedad civil, y no estar manchados por colores partidistas que los atan a compromisos y plataformas preestablecidas.
En México y en Colima abundan esos políticos nefastos de comprobada inutilidad, que han estado en la función pública por 20 o 30 años. Padres e hijos, a través de los años, los vieron hacerse de un cargo, de otro y otro y que, cuando la suerte electoral no les favoreció, su partido les daba otra chamba por designación. Así han vegetado.
Las reglas han cambiado. Un aspirante puede gastar todo el dinero que quiera en “espectaculares” con su rostro, pero lo que la sociedad evaluará será lo que haya hecho por la gente, no por sus intereses personales o de grupo.
Los que aspiren a gobernar en los próximos años, deben tener en cuenta que las viejas prácticas y esquemas para lograr cargos ya no funcionan. Ahora deben trabajar, dar resultados, estar cerca de la gente y abanderar causas sociales para convencer de que son buena opción. ¿De qué otro modo lograremos tener buenos gobernantes?
MESON.- Consejeros del PAN se oponen a la coalición electoral con el PRI por cuestiones “ideológicas”. ¿Todavía existen las ideologías? La coalición PAN-PRI no es por afinidad ideológica; es estrategia de sobrevivencia del país al que Morena, con la 4T, literalmente está matando. <> El dirigente estatal del PRD, José Alberto Cisneros Salgado, dice que su partido buscará ir solo en la próxima elección, es decir sin alianza con otros partidos. Se debe tener cuidado con los deseos, porque pueden cumplirse. El PRD podría estar solo con su soledad en las urnas del 2021. ¡Arrieros somos!