Esteban Cortés Rojas
=Una mujer limpia =Mely y la coalición Sí por Colima versus la mañosa nativa de Tijuana =Las fisuras de Morena y la predicción de Ackerman
En un proceso pre-electoral atípico, marcado por la polarización y división de sociedad civil, en el que predominan los actores políticos de imagen sucia y trayectoria cuestionable, resalta en el escenario la presencia de una figura femenina limpia, de perfil destacado y exenta de cuestionamientos, haciendo contraste con otras opciones que buscan la gubernatura del estado. Se trata de Mely Romero Célis, aspirante a la candidatura por la alianza PRI-PAN-PRD, quien es vista como la alternativa que permite vislumbrar la verdadera esperanza de un futuro con certidumbre para Colima.
Pero si Mely gana la postulación de la coalición PRI-PAN-PRD -lo que sin duda logrará-, enfrentará una insólita competencia por la primera magistratura estatal, no sólo por la propia conformación de la alianza que aspira a encabezar, ni por la pandemia que agobia al estado como al país y el mundo, sino porque enfrentará una elección de estado en la que el gobierno federal hará todo lo que esté en sus manos para hacer ganar a su abanderada, la mañosa nativa de Tijuana, Indira Vizcaíno, que será la candidata de Morena.
Igual que se vio en su proceso interno para hacer ganar con métodos oscuros a Indira, Morena pondrá en marcha la maquinaria que ha venido orquestando esa candidatura apoyada con recursos desde Palacio Nacional. Sin embargo, los colimenses tendrán la oportunidad de apostar por una alianza que representa la alternativa que de verdad sirva a la comunidad colimense.
Mely Romero nunca ha andado en vulgares escándalos que manchen su honra; se ha dedicado a trabajar para esculpir una imagen intachable. Ha sido subsecretaria de Estado desde donde ayudó prioritariamente al sector campesino y a las mujeres del campo, como también lo hizo en su responsabilidad en la Confederación Nacional Campesina. Fue Senadora de la República y tiene una formación académica sólida. Como aspirante a la candidatura a gobernadora por el PRI en la alianza Sí por Colima, encarna lo que el estado necesita: un gobierno que busque el verdadero bienestar de la gente.
La alianza PRI-PAN-PRD se integra para evitar lo que se considera un peligro mayor para Colima: la dirigencia del estado en manos de un partido de gente probadamente corrupta e inepta, como es la que está en la cúpula de Morena.
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El proceso interno en Morena para designar a sus candidatos a las gubernaturas que estarán en juego este año, le han causado fisuras de pronóstico reservado. En todas las entidades, Colima incluido, se ha presentado la inconformidad por el método para las designaciones que ha consistido en “encuestas” de las que nadie sabe nada de cómo, dónde, cuándo ni quienes participaron.
En algunos casos los morenistas han tragado sapos con los resultados que les da el líder nacional Mario Delgado; pero en otros, como en Colima y Guerrero, por ejemplo, es le han atragantado y rebelado. Cuando Mario iba a dar por ganador a Amílcar Sandoval, para Guerrero, se le alebrestó Félix Salgado Macedonio y tuvo que desmontar el teatro y posponer el anuncio para, finalmente varios días después, hacer recaer el triunfo en beneficio del bronco Salgado no obstante que fue éste acusado de acoso sexual. En Colima, sin que tampoco se sepa nada de la encuesta, Delgado dio por ganadora a Indira Vizcaíno (sin tener la delicadeza de venir a Colima a dar el anuncio), lo que fue demasiado para la otra aspirante, Claudia Yáñez Centeno, quien por eso renunció a Morena y se fue a otro partido donde sin más trámite la hicieron candidata, pero aunque Fuerza por México es satélite de Morena, no arregla las cosas con Mario Delgado y menos con Indira. De pilón, los fundadores de Morena en Colima también renunciaron a esa militancia solidarios con Claudia que, como se sabe, es hermana del que se dice es el más cercano colaborador de López Obrador: César Yáñez Centeno.
Es de dudar que las “encuestas” de Mario Delgado sean ajenas a la voluntad de López Obrador, pero lo que no se duda es que para las candidaturas se hace un manejo tan torpe que uno se pregunta si, como dijo John Ackerman (cuñado del guerrerense Amílcar), estamos ante un “quiebre histórico de Morena”.
Si como en las precandidaturas a gobernador, el proceso de Morena es igual para diputados federales, locales y ayuntamientos, las fisuras estarían llegando a lo que predijo Ackerman.
MESON.- Que este 2021 resulte bueno, malo o peor que el espantoso 2020, no es cosa de suerte ni del “destino”. Será cuestión de que usted, yo y los demás, hagamos siempre lo correcto en todo lo que debamos hacer. ¡Feliz 2021!… ¡Arrieros somos!