*Tiene como objetivo “reducir el estrés y mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de personas afectadas por COVID-19, de manera directa o indirecta”.

 

Este miércoles, en videoconferencia presidida por el rector José Eduardo Hernández Nava, se presentaron las bases de un programa institucional que busca prevenir y contener los daños a la salud mental generados en alumnos, docentes, trabajadores de la Universidad de Colima y sus familias durante la pandemia por COVID-19, y en el que participarían estudiantes asesorados por expertos, así como profesionales del Departamento Psicológico del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (Cedefu) y del IMSS.

 

La presentación fue hecha por Norma Angélica Moy López, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad, quien dijo que el objetivo del “Programa institucional de promoción de la salud mental y apoyo psicosocial a la comunidad universitaria” es “reducir el estrés y mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de personas afectadas por COVID-19, de manera directa o indirecta”.

 

El grupo de expertos y expertas que desarrolló este programa se basó en la Guía del Comité Permanente entre Organismo (IASC) sobre intervenciones de salud mental y apoyo psicosocial (SMAPS) en emergencias Humanitarias y Catástrofes, que propone realizar un trabajo de intervención a partir de cuatro grandes líneas de trabajo.

 

La primera de ellas se refiere a considerar los aspectos psicosociales relativos a los servicios básicos y la seguridad. La segunda propone fortalecer los mecanismos de apoyo comunitario y familiares y la tercera, que es la que implica un mayor trabajo, se refiere a desarrollar mecanismos de apoyo focalizados (de persona a persona) y no especializados. La última incluye servicios especializados, aquellos que ofrecen los profesionales.

 

Esto es, se trata de un programa que atenderá desde las situaciones más leves de afectación a la salud mental, hasta casos que requieran de ayuda profesional.

 

No utilizan una definición de salud mental porque eso depende de factores sociales, biológicos, culturales, de edad o incluso de experiencias personales, así que para trabajar en el mejoramiento de a salud de la comunidad universitaria hablan de una descripción de los elementos que debe tener el cuidado de dicha salud mental, que se entiende entonces como “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”, según dijo Moy López.

 

En el caso de la enfermedad de COVID-19, dijo la expositora, afecta no sólo en el tema infeccioso sino también la parte psicosocial y económica. De acuerdo con hallazgos de las investigaciones más recientes, esta enfermedad, con el aislamiento social, genera en muchas personas cambios a nivel psicológico, como un aumento en la percepción de riesgo y el lavado compulsivo de manos, alimentos y artículos, o que se evite el contacto físico, se aumente el consumo regular de sustancias como el alcohol, y que se tengan cambios en los hábitos saludables (ejercicio, alimentación, estudio), trastornos de ansiedad excesiva y trastornos psicosomáticos e hipocondríacos.

 

Estudios recientes en la comunidad universitaria, agregó, encontraron que una cuarta parte de esta población presentó dolor de cabeza, sensaciones de falta de control, de poca satisfacción hacia las formas de realizar sus actividades y un tercio más dijo sentirse agobiada, con nerviosismo y mal humor. También mostraron incapacidad para disfrutar de las actividades cotidianas y principalmente tuvieron insomnio.

 

Para evitar estos síntomas en los universitarios y promover la salud mental, dijo Norma Moy López, fue que decidieron proponer este ambicioso programa al que se irán sumando otras dependencias de la institución. Trabajarán a partir de objetivos específicos y de líneas generales para atender de la mejor manera a toda la población universitaria.

 

La idea es apoyar a las y los universitarios desde lo más básico, como una llamada telefónica o una entrevista virtual, hasta con acciones como la protección y promoción de la salud mental, así como la detección oportuna y prevención de los trastornos mentales, con intervenciones más focalizadas a nivel individual, de familia o grupo, por parte de agentes de salud mental capacitados y supervisados de manera continua.

 

El fondo científico del programa, terminó diciendo Norma Moy, es considerar al ser humano como parte de un todo; “si ese ser humano presenta un trastorno relacionado con la ansiedad, se van a modificar sus neuro-hormonas y con ellas su sistema inmune, lo que a su vez ocasionará una baja en sus defensas y la consecuente aparición de varias enfermedades orgánicas, además de cambios en hábitos básicos como la alimentación o que empiecen a consumir sustancias que puedan alterar su estado de salud mental; por lo tanto, cuando hablamos de salud mental, no hablamos sólo  de un área o una disciplina, sino de muchas áreas y muchas disciplinas”.

 

Desde esta semana y hasta antes del 28 de septiembre, dijo, estarán trabajando en las primeras etapas del programa, que serían la capacitación y difusión. La idea es tener ya productos concretos al inicio de este semestre para que, por ejemplo, los jóvenes que tengan alguna situación de salud mental no abandonen los estudios o bajen su rendimiento.

 

En su intervención, Eduardo Monroy Galindo, coordinador general de Docencia, habló del gran trabajo que falta por hacer, primero para dar a conocer este programa entre la comunidad universitaria y segundo para diseñar una campaña que promueva la salud mental; esto es, “las estrategias de cómo una persona, un estudiante, trabajador o familiar afronta el estrés o desarrolla ciertas habilidades de resiliencia”.

 

Por último, el rector Eduardo Hernández Nava habló de la importancia que tiene un programa como éste, que no estaba considerado desde principios de año porque nadie sabía cómo evolucionaría la situación tras meses de pandemia, y llamó a las y los funcionarios presentes en la reunión virtual a trabajar con intensidad y creatividad para lograr productos sencillos, entendibles, y que sean de gran utilidad para la salud y el bienestar de las y los universitarios

 

Este programa fue desarrollado por las facultades de Medicina, Psicología y Trabajo social, por la Coordinación General de Docencia, el Departamento Psicológico del Cedefu y las direcciones generales de Orientación Educativa y Vocacional y de Servicio Social y Práctica Profesional.