El IUBA me dio todas las bases teóricas que pude haber necesitado en cuanto a solfeo, teoría de la música, literatura de la música, armonía y coro”: Bruno Guedea Fonseca.

 

El joven egresado del Instituto Universitario de Bellas Artes de la Universidad de Colima, Bruno Guedea Fonseca, fue aceptado en fechas recientes en la Escuela de Música de Nueva Zelanda: Te Kōkī, Victoria University of Wellington, en el programa de Interpretación Clásica, y obtuvo además una de las becas que otorga dicha institución a los estudiantes que consideran con un “potencial excepcional y que merecen apoyo financiero”.

 

El joven egresado del programa de Bachillerato Técnico en Artes con especialidad en música, dijo en entrevista que la primera vez que tuvo conocimiento de esta universidad fue durante una visita a Colima realizada en 2018 por el Cuarteto de Guitarras de Nueva Zelanda, en la que ofrecieron un concierto en la Pinacoteca Universitaria y una serie de master classes para estudiantes del IUBA.

 

“En esa ocasión yo tomé la master class con la integrante del cuarteto Jane Curry, quien es además docente de la Universidad de Wellington. Durante esta actividad me sugirió que tomara en cuenta la posibilidad de estudiar en Nueva Zelanda; desde entonces empecé a informarme sobre todos los pasos que tenía que realizar para inscribirme en esta institución”.

 

Bruno Guedea, quien se encuentra ya instalado en Wellington, Nueva Zelanda, donde empezará sus clases el próximo lunes 13 de julio, dijo que fue en el 2017 cuando empezó a tomar algunos talleres abiertos de guitarra en el IUBA, después fueron cursos de perfeccionamiento con el maestro Simone Iannarelli, y en 2018 inició con el Bachillerato Técnico en Artes.

 

Al hablar sobre el proceso de audición para ingresar a Wellington, el joven músico detalló que originalmente iba a interpretar, de manera presencial, tres diferentes obras en la Escuela de Música de Nueva Zelanda, pero a raíz de la contingencia por COVID-19 tuvo que ser mediante un video enviado por correo electrónico, para que los sinodales evaluaran su desempeño en la guitarra; “los sinodales tomaron en cuenta aspectos técnicos en la ejecución de las piezas, como la calidad y claridad del sonido y que le imprimieras tu toque personal a la pieza, cumpliendo desde luego con las características de la época en la que se compuso la obra”.

 

Dijo que durante cuatro años estará en Nueva Zelanda cursando su licenciatura con doble especialidad, como concertista de guitarra clásica y en musicología, que le permitirá, esta última, enfocarse en la teoría e investigación de la música; “es muy interesante ser intérprete de guitarra, pero también sé que las lesiones son muy comunes, así que opté por tomar estas dos especialidades. Si en algún momento me llego a lastimar o no puedo tocar mi instrumento, tengo esta otra rama que me gusta muchísimo y que puedo ir desarrollando a la par”.

 

En cuanto a las ventajas de estudiar en Nueva Zelanda, Bruno comentó que se trata de un país con mucho apoyo hacia las artes en general, tanto por parte del gobierno como por diferentes instituciones y particulares, que ofrecen becas para que los jóvenes se sigan preparando y, particularmente sobre la Escuela de Música de la Universidad de Wellington, destacó el marcado enfoque de sus catedráticos en la investigación.

 

“Los profesores de esta Universidad realizan muchas investigaciones, por ejemplo, sobre la música indígena de Nueva Zelanda, de los maoríes y de las razas indígenas de los países cercanos a Nueva Zelanda, como Fiji, Samoa o Tonga. Además, me llamó mucho la atención que hay un perfecto balance entre el área de la interpretación y el área académica y que está al mismo nivel de otras universidades o conservatorios de Europa”, agregó.

 

Finalmente, comentó que el IUBA les brinda a sus alumnos y egresados una base muy sólida para continuar con sus proyectos de formación académica.

 

“Ahora veo que si yo no hubiera entrado al IUBA, no habría podido entrar a esta universidad, porque el IUBA me dio todas las bases teóricas que pude haber necesitado en cuanto a solfeo, teoría de la música, literatura de la música, armonía y coro. En este sentido agradezco muchísimo a la planta docente, especialmente a mi maestro de guitarra Simone Iannarelli”, concluyó.