*“Cuando tengamos un campo certificado como orgánico, los productos de México, Colima, Jalisco, Michoacán van a volar y todo el mundo va a probar de ellos. Además, eso incrementaría nuestro PIB, teniendo mayores beneficios como país”: José Huitrón.

 

“Tenemos que aprender a certificarnos porque ahora los mercados van a buscar productos certificados, productos que no les causen daño, no sólo los agroalimentarios sino los pecuarios, los pesqueros y acuícolas”, dijo José Guillermo Huitrón Moyo durante su conferencia “Certificaciones orgánicas en tiempos de pandemia”, dentro de las actividades de la Semana Digital organizada por la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima.

 

Mencionó que en los últimos años la producción orgánica, que es un sistema de producción en el que se utilizan al máximo los recursos naturales, sin fertilizantes químicos o plaguicidas, ha crecido a pasos agigantados, y que en México existen aproximadamente 170 mil productores certificados. Se estima, además, que existen el país poco más de 512 mil hectáreas con proceso de certificación orgánica.

 

“Cuando tengamos un campo certificado como orgánico, por inocuidad, por responsabilidad social, los productos de México, Colima, Jalisco, Michoacán, de cualquier estado van a volar y todo el mundo va a probar de ellos. Además, eso incrementaría nuestro PIB, teniendo mayores beneficios como país”, resaltó.

 

Huitrón Moyo, director general de consultoría de INOCON de México (empresa dedicada a la asesoría, capacitación e implementación de sistemas de inocuidad agroalimentaria), indicó que los beneficios de la producción orgánica son el no invertir en químicos, pesticidas, fertilizantes o aditivos sintéticos que, en algunos casos, son costosos. Además, es más redituable, no pone en riesgo la salud de los trabajadores, mejora el suelo manteniéndolo más rico en nutrientes y brinda acceso a mercados extranjeros.

 

Dijo que los puntos que se toman en cuenta al iniciar una certificación orgánica son: comprobar que el predio tiene más de tres años sin que se aplique un agroquímico, que no se haya usado semilla tratada; realizar un análisis de suelo, utilizar fertilizantes orgánicos y no productos agroquímicos, realizar aplicación de productos fitosanitarios y tener un plan de manejo, además de ejecutar prácticas de conservación.

 

Además, contar con registros y procedimientos y tener equipos exclusivos para la aplicación de organismos. Una vez aprobada la certificación, debe contarse con etiquetas en los productos, en las que debe aparecer el organismo certificador, tener una carta, por parte de la autoridad competente, donde se diga que el predio no tiene aplicación de fertilizantes agroquímicos en los últimos tres años y finalmente, cumpliendo con lo anterior, se solicita una inspección orgánica.

 

Por su parte, Gilberto Manzo Sánchez, director del plantel universitario, agradeció a José Guillermo Huitrón su participación en las actividades de la semana digital, que están enmarcadas en los 80 años de la Universidad de Colima, y agradeció el respaldo del rector José Eduardo Hernández Nava en la realización de estas conferencias a distancia, “que son de gran ayuda para complementar la formación académica de los estudiantes y egresados”.