Por César Barrera Vázquez

Me puedo jactar que fui uno de los primeros en leer el libro El Método del Periodismo de Investigación, escrito por el periodista y catedrático de la Universidad de Colima, Arnoldo Delgadillo Grajeda, recién salido de la imprenta de Puerta Abierta Editores (me encanta el olor a nuevo de las páginas).

Es un libro de una gran calidad, en todos los sentidos, por lo que podría considerarlo como una lectura obligatoria para las y los estudiantes de la licenciatura en periodismo de nuestra máxima casa de estudios, aunque también para las y los periodistas que están inmersos en el trajín reporteril, así como para quienes buscan comprender, desde un enfoque epistemológico, el periodismo.

¿Ya han visto cómo reparan los relojes? Ese mismo proceso lo estableció Arnoldo en este libro: expuso pieza por pieza, cada uno de los engranajes y mecanismos, de un sofisticado sistema que se configura en las técnicas y el método con el que se realiza el periodismo de investigación.

De esa forma, Arnoldo contribuye a robustecer la teoría del periodismo, desde un enfoque académico, y de esa forma incentivar un debate indispensable para seguir mejorando las formas en como investigamos y profundizamos los temas periodísticos.

El valor de este libro se entraña en la perspicaz mirada crítica de Arnoldo, pero también en la visión de Pedro Zamora, Eileen Truax, Emiliano Ruiz Parra y Ricardo Balderas, quienes nos comparten en esta investigación sus reflexiones, pensamientos, ideas y conceptos de lo que consideran es el periodismo de investigación y sus características.

Sin embargo, más allá de un manual de periodismo de investigación, se trata de una reflexión, necesaria e indispensable, para entender lo que necesita el periodismo, en estos momentos tan críticos de la posverdad y la inmediatez.

Pero sobre todo es una invitación a impulsar un periodismo más riguroso en su método, paralelo al científico, en cuanto a que ambas metodologías comparten procesos analíticos y sistemáticos, donde convergen también la interpretación de esa realidad.

Así, Arnoldo detalla, enumera, identifica y describe estos elementos que permiten entender el proceso reflexivo que utilizan los periodistas para interpretar la realidad social, al tiempo que propone una sistematización del método del periodismo de investigación.

De ahí el valor de este libro, que reitero es como apreciar el desmantelamiento de un reloj, pieza por pieza: entender el valor de cada una de sus engranes, el secreto de sus sofisticados dispositivos y la utilidad de cada uno sus mecanismos que permiten entender su mágico funcionamiento. Así, peor con el método del periodismo de investigación.

Dos puntos

Yo estoy convencido que el periodismo de investigación es lo único que quedará y prevalecerá. Es el futuro, es el ahora.