En solfa
Por Héctor Sánchez de la Madrid

Con tanta porquería que hay en
la política, ojalá y no le hagan una
trastada a Xóchitl y nos quiten la
única esperanza que tenemos para
sacar a Morena de Palacio Nacional.

Hasta el domingo último había corrido la versión en los mentideros políticos de que el dirigente del PRI, Alejandro (Alito) Moreno Cárdenas, iba a hacer ganar a la senadora Beatriz Paredes Rangel en la próxima elección de la candidata presidencial del Frente Amplio por México, cumpliendo un presunto compromiso con el presidente Andrés Manuel López Obrador a cambio de impunidad por supuestos ilícitos cometidos.

Varios cabos sueltos me hicieron creer que dicha especie podría ser cierta, aunque no necesariamente que ese arreglo fuera un hecho indubitable, ya que faltaba que se cumpliera. El primero es que muchas personas consideran, sobre todo quienes lo conocen, que Alito es capaz de hacer eso y más, esto es, pactar con Andrés Manuel el descarrilamiento de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz en la elección del 3 de septiembre.

¿Cómo podría hacerlo? Para empezar, los métodos son falibles, se pueden manipular, más aún el del FAM que se hizo al vapor y ha sufrido varias fallas que han tenido que corregirse sobre la marcha. Por otra parte los tricolores son expertos en burlar los procedimientos electorales, casi equiparables al Mago Merlín, son capaces de sacar un elefante de una chistera, ya no digamos un conejo… o a la candidata escogida.

De confirmarse lo que sería una especie de “crónica de una traición anunciada”, parodiando la novela del Premio Nobel de Literatura, el colombiano Gabriel García Márquez (Crónica de una muerte anunciada), en la supuesta felonía tendrían que participar conjuntamente el aparato político, administrativo y partidario de la 4T, a la par que la mayoría de los directivos priistas de todo el país para llevar a Beatriz a la postulación.

Una de las señales es el cambio de Paredes Rangel con Moreno Cárdenas después de que el 5 de junio de 2022 ella y 8 ex presidentes del PRI se presentaron en la sede de ese instituto para pedirle su renuncia por los malos resultados de su gestión, y el 23 de marzo de 2023 ella misma y 8 senadores defenestraron a Miguel Ángel Osorio Chong de la coordinación de la bancada priista en el Senado por órdenes del propio Alito.

¿Por qué la tlaxcalteca modificó su parecer sobre el campechano en poco más de 9 meses? Porque seguramente negociaron la futura candidatura del PRI a la presidencia de la República para la senadora tricolor, con o sin el FAM. Una y otro no dan paso sin huarache, diría el clásico. Las complicidades son el mejor pegamento entre las y los políticos, al igual que las traiciones que también son el pan de cada día.

Como Paredes Rangel no reunía las 150 mil firmas de apoyo que los aspirantes tenían que conseguir por internet para pasar a la siguiente ronda, según el método del FAM, pidió y logró que se modificara la plataforma para que sus simpatizantes votaran pues vivían en el campo y no tenían señal. Con la ayuda del PRI de Alito pasaron Beatriz y Enrique de la Madrid, con más votos para ella que él y así eliminar al último.

Cuando pensábamos que el dirigente tricolor estaba trabajando para el presidente en su afán de eliminar a la senadora hidalguense, extrañamente salió a la palestra para afirmar que la candidata priista se encontraba abajo en las encuestas —consecuentemente arriba la aspirante panista—insinuando que la política veterana podría declinar antes de la votación del domingo próximo, comprometiéndose a informar hoy la posición partidaria.

Mal del dirigente priista que hiciera ese anuncio sin platicarlo antes con la candidata tricolor. Alito pisoteó las normas políticas y las elementales reglas de cortesía, más con una dama como lo es Beatriz, sin embargo, ¿por qué lo hizo?, ¿por qué no se esperó hasta el domingo próximo, día en el que se darán a conocer el resultado de las encuestas y de la votación en las urnas, esto es, el nombre de la ganadora del FAM?

La única explicación que encuentro es que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional sintió sobre sus hombros el peso de la desconfianza de propios y extraños que ha tenido desde que se dieron a conocer algunos antecedentes de ilícitos, ciertos o falsos, que sembraron la duda sobre su honorabilidad, además de su cercanía y afinidad con AMLO, a tal grado que lo apodaron AMLITO, y creyó que así recuperaría la confianza que nunca tuvo.

Por último, la decana tlaxtalteca tampoco jugó limpio, ya les di algunos ejemplos pero les daré otros, como las dos veces que se refirió en los foros a lo peligrosos que resultan los políticos carismáticos y a que ella sí tenía las manos limpias, en claras alusiones a su compañera adversaria del FAM, que es simpática y honesta, para retractarse en el siguiente debate y hacerse la indignada, reclamando, casi peleando, que cuando ella criticaba a alguien decía su nombre, que no se andaba con peteneras. Hoy sabremos que está pasando.