Esteban Cortés Rojas

*Preocupa la salud de López *Se le cierra el círculo maligno que él mismo ha provocado *Gracias a las redes sociales podemos ver las locuras de los fans *Reconocimiento de la OMS debió ser a gobernadores y alcaldes

La salud del presidente López es tema de interés nacional. A raíz del contacto con el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, quien dio positivo al Coronavirus, el país entero está pendiente del desenlace porque se teme que el mandatario nacional resulte con la enfermedad lo que, a su edad y con los males que ya padece (cardíacos), podrían tener un desenlace desagradable.

Pareciera que se cierra el círculo maligno en torno a López que, la verdad, él mismo lo ha buscado. Desde hace un mes el subsecretario López Gatell ha pedido a TODOS prácticas higiénicas y sanitizantes: la sana distancia y el aislamiento social; pero el presidente López, desoyendo, ha continuado con sus demagógicas giras “de trabajo” y “supervisión” de obras como si eso fuera más importante que la salud de los mexicanos o como si no supiéramos que su gobierno prácticamente no está haciendo ninguna obra importante; más aún, en esos recorridos López se ha permitido abrazar y besar a niños, tomarse “selfies”, saludar de mano a miles, viajar en aviones sin importar que un pasajero esté contagiado, presidir eventos masivos, etc. Ha hecho todo lo que los demás no hemos hecho en el contexto de la amenaza del coronavirus.

Ayer circuló una “noticia” alarmista: supuestamente López había dado positivo al coronavirus y habría ido, en el avión presidencial que tiene en venta, a la ciudad de Chicago a tratarse. Noticia falsa, dada por una voz extraña de esas tan usadas en redes sociales incluso con acento extranjero. De haber sido cierto, los principales canales de TV habrían suspendido programación para dar la noticia. Más bien se trataría de algo urdido por el propio círculo perverso de López para insinuar que el presidente está siendo víctima de “intrigas”.

Pero de que está en alto riesgo, lo está, y no solamente por el coronavirus como lo señaló Human Rights Watch Latinoamérica al señalar que López se ha vuelto un riesgo para todos los mexicanos por sus giras en plena contingencia, sino porque en Mexicali, un grupo de mil ciudadanos han pedido en un desplegado su dimisión a la presidencia porque se comporta como emperador haciendo su voluntad y subrayan la cancelación de la planta cervecera Constellation Brnads con una “consulta popular” y solo 28 mil votos de un millón de habitantes. “Ni México, ni Baja California, ni Mexicali, es su imperio; es nuestra casa”, dicen y aseguran que ha instaurado “un imperio fáctico” al igual que la Francia antigua donde López, como Luis XIV, con sus acciones dice “el Estado soy yo”. Y al final subrayan la frase: “firmas de ciudadanos, no súbditos”.

Por eso y otros desatinos, algunas encuestadoras que llevan la cuenta la popularidad de López ha caído drásticamente de 80 al inicio de su gestión a 49%, con lo que empieza el declive más peligroso para un mandatario pues así se considera cuando, a la baja, rebasa el 50%, lo que se debe a diversos desatinos como el insultar a las feministas a través las redes sociales a su servicio, recortar programas de verdadero apoyo social a todos los sectores y sustituirlos por el regalo de dinero, instituir el inútil Insabi y desaparecer el Seguro Popular, ejecutar proyectos inviables, por pura necedad como el tren maya, la refinería de dos bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, haber cancelado el NAIM igualmente que la cercevera Constelattino Brnads, entre otras muchas acciones erráticas y caprichosas de verdadero emperador.

MESON.- Para sus fanáticos, todo lo que hace el Señor de los Escapularios está bien hecho, lo mismo si rifa un avión, si se burla de las feministas, si estruja, besuquea y muerde a los niños,  si no para en “giras de trabajo” en plena pandemia en vez de guardar reclusión no por su propio bien sino por el de la gente que se puede contagiar en una concentración, lo mismo si cancela obras que le parecen fifís (aunque sean generadoras de miles de empleos). Es más, si se tira una flatulencia, los fans del Señor de los Escapularios lo disfrutan y aplauden a rabiar. Gracias a las benditas redes sociales podemos ver toda esa podredumbre en el país <> Los Estados y los municipios, no el gobierno federal, son los que han venido poniendo barreras para que no avance el coronavirus. El reconocimiento de la OMS debió ser a gobernadores y alcaldes pues, en cambio, el presidente López tiene una enfermiza obsesión por el desacato de lo que debe hacer contra el coronavirus. Ha dado la razón a quienes decían que era un peligro para México. <> Después de presumir que por decisión suya bajó el precio de la gasolina, López tuvo el descaro de pedir, en la reunión en línea con el G20, que la ONU decretara una tregua que incluía detener el desplome de los combustibles y el de las monedas frente al dólar. ¿Qué tal?… ¡Arrieros somos!