En solfa
Por Héctor Sánchez de la Madrid
De acuerdo a la segunda acepción de la Real Academia Española, política es la “actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos”. Estamos de acuerdo, usted y yo, en que Elia Margarita Moreno González es un fenómeno político, ya que su inicio formal en esta ciencia, arte, doctrina u opinión fue apenas en la segunda mitad del gobierno de su cuñado José Ignacio Peralta Sánchez, el 16 de noviembre de 2018.
Ese día fue nombrada presidenta del Patronato del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y Voluntariado estatal del régimen peraltista que terminó el 31 de octubre de 2021, aunque previamente había coordinado el voluntariado de la Secretaría de Planeación y Finanzas a cargo de su esposo, Carlos Arturo Noriega García, desde el 1 de noviembre de 2015 con el gobernador interino Ramón Pérez Díaz hasta su postulación a la alcaldía de Colima.
Por su trabajo eficaz en el DIF se manejó el nombre de Margarita Moreno para las elecciones de 2021 como precandidata a una diputación local de la alianza Va por Colima del PRI, PAN y PRD, aunque por cuestiones de género o de repartición de posiciones fue descartada, sin embargo, se le abrió la candidatura a la alcaldía de la capital del estado y el municipio de Colima. La labor de las presidentas del DIF les da un boleto para los comicios.
Ganó las elecciones de la presidencia municipal de Colima por un amplio margen a la entonces candidata de Morena, Gisela Méndez, quien había sido funcionaria del gobierno de Ignacio Peralta, al igual que la propia Indira Vizcaíno Silva. Una perdió y la otra triunfó. Al entrar en funciones y dar a conocer su gabinete municipal la alcaldesa fue criticada por haber integrado a varios colaboradores de la administración estatal anterior.
En las negociaciones partidarias con la entonces postulante le fue asignada al ex secretario de Planeación y Finanzas, Carlos Noriega, una diputación plurinominal por la coalición mencionada, lo cual provocó malestar e inconformidad internas y externas por presuntas irregularidades administrativas suyas, que luego fueron denunciadas como supuesto peculado ante el Congreso y la Fiscalía General del Estado. El juicio está vivo, en espera del fallo.
Moreno González se reveló como una sorpresa política-administrativa, tanto en el Patronato del DIF como en la alcaldía de Colima, en la que ha tenido un buen desempeño a pesar de la falta de apoyos de los gobiernos de Morena, estatal y federal. Entre sus logros no destacan las grandes obras, pues carece de recursos suficientes para realizarlas, pero sí la atención a los sectores más necesitados y la eficiencia de los servicios públicos.
En sendos cargos, uno honorario y otro por elección, Margarita ha imprimido su sensibilidad y su calidez con quienes menos tienen, a ese sector les ha entregado su esfuerzo y capacidad, obteniendo la calificación del primer lugar de aprobación entre las y los alcaldes de todo el país, según la encuestadora “México elige” la cual goza de buen prestigio entre las empresas dedicadas a estudios de opinión pública. La misma le dio el último lugar a la gobernadora Indira Vizcaíno.
La presidenta municipal ha hecho bien su trabajo administrativo y social, sin embargo, en el aspecto partidista ha cometido algunas pifias, quizás por su escasa experiencia partidaria y trato con políticos profesionales, las principales han sido con el dirigente estatal del PRI y el militante tricolor más importante y conocido en la entidad. Pudiera ser que los dos también se hubieran equivocado, pero quien debe tocar puertas y abrir el diálogo es ella.
Hay dos versiones al respecto, la primera, en la que se ha magnificado su cercanía con MC, específicamente con Samuel García, Mariana Rodríguez y Luis Donaldo Colosio Riojas; la segunda, es que, en efecto, la alcaldesa se ha aproximado a MC y los tres emecistas (hay más, algunos locales), lo cual se confirma al haber asistido al segundo informe de gobierno de Samuel y la visita de Colosio al segundo informe de ella el sábado anterior.
Lo mismo sucedió con la fotografía de Moreno González con una botella de “Orange Crush” (de color naranja como el MC) en una mano que subió a Facebook, lo cual fue una provocación para quienes de por sí ya estaban molestos, así como el manifestar su sentir personal en la posada priista municipal sobre la expresión de un político tricolor referente a su actuar político, además de que su comentario fue válido y acertado.
Asistí al segundo informe de la alcaldesa de Colima, previa invitación personal suya vía WhatsApp. Me asignó el lugar que le solicité, el mismo que me han concedido gobernadores y rectores, le agradezco la atención. La presentación de su segundo año de labores fue moderna y ágil; los datos y cifras fueron expresados por la presidenta municipal quien hizo gala de su buena memoria; las escenas en las que interactúa con algunas de las personas a las que ha ayudado las observamos los presentes en una magna pantalla en la que percibimos la conexión que tiene con ellas, inclusive, algunas estuvieron en el Teatro Universitario como parte del público que fue invitado exprofeso.
P.S. Doña Griselda Álvarez confesó alguna vez: “pensé que, si me atacan en la prensa, es porque puedo ser la candidata a la gubernatura”, frase que, palabras menos, pronunció Margarita Moreno el sábado en el Teatro Universitario Cnel. Pedro Torres Ortiz; cabe destacar que Doña Griselda aguantó en su partido, el Revolucionario Institucional, las críticas y presiones, Margarita debería hacer lo mismo. Esta semana podría ratificarse o anularse la reelección de Moreno González a la presidencia municipal de Colima; por el bien de la coalición partidista, de la capital del estado y de la propia alcaldesa, las y los actores involucrados deberían de hacer a un lado sus intereses particulares y llegar a un acuerdo general.