Debate

Raúl Merced Lares

Para muchos, Mely Romero ganó el debate de candidatos a la gubernatura del estado que se realizó el pasado lunes en la Universidad de Colima, y para otros, los ganadores fueron Indira Vizcaíno y Leoncio Morán. Sin embargo, más allá de quién pudo ganar el debate, algo que no se debe perder de vista es quién de los punteros perdió más en este debate.

Por lo pronto, para la empresa encuestadora Cifras de México, Consultoría y Estudios de Opinión, el debate entre las candidatas y candidatos a la Gubernatura del Estado de Colima, Mely Romero fue quien, a consideración de la mayoría de las personas, se desempeñó mejor en el debate y dio la confianza para que sea la próxima gobernadora de Colima.

En la pregunta al respecto que se hizo en esta rápida encuesta, Mely Romero obtuvo el 30.8 %; le siguió Leoncio Morán con un 26.5 %; Indira Vizcaíno quedó con 20.3 %; Virgilio Mendoza con 14.7 %; 4.1 % dijo que otro y 3.6 % no supo o no contestó.

Me parece que estos datos reflejan lo que se dio en el debate porque, efectivamente, la candidata de Morena se vio como realmente es: una demagoga, falsa e intolerante, que promete un gobierno honesto y transparente, pero se queda callada cuando la acusan de malos manejos de recursos en su período como alcaldesa de Cuauhtémoc y como delegada de los programas sociales federales en la entidad.

De hecho, quien sacó a relucir el tema que Morena, Vizcaíno y el presidente López Obrador no quieren que se toque (por algo será) y que es el trueque desventajoso de un terreno del ayuntamiento de Cuauhtémoc a una conocida inmobiliaria que autorizó Vizcaíno y que le representó a la comuna una pérdida de alrededor de 100 millones de pesos fue la candidata de Fuerza por México, Claudia Yáñez Centeno, quien lamentó la impunidad que ha existido en este y otros asuntos en los que ha estado involucrada la candidata de Morena. Incluso, sostuvo que Vizcaíno tiene señalamientos de corrupción que no ha aclarado, por lo que “no tiene nada de honesta”.

Pero lo más importante para la opinión de los ciudadanos es que Vizcaíno no respondió nada a estos señalamientos. Por el contrario, quiso distraer la atención diciendo que Mely tenía cuentas pendientes en Sagarpa, a lo que, contrario al silencio de Vizcaíno, la candidata de Va por Colima aclaró que tal insinuación era falsa porque los resultados de las auditorías que hace la Cámara de Diputados a las dependencias federales no reportan ninguna irregularidad.

Mely Romero se centró en sus propuestas y compromisos y respondió bien a la insinuación de Vizcaíno de que tiene algo pendiente cuando fue subsecretaria en la Sagarpa. La respuesta de la candidata del PRI-PAN-PRD fue clara: las auditorías ya se hicieron y no hay ningún señalamiento u observación a su gestión como funcionaria federal. Y algo más: le dijo a la candidata de Morena que ella no tiene un proceso por malversación de fondos (denuncia de ciudadanos de Cuauhtémoc ante la Fiscalía General del Estado por la entrega de un lote del ayuntamiento a Altozano con un costo muy por arriba del que recibió la comuna a cambio).

Quien trajo más en jaque a la candidata de Morena fue Leoncio Morán con su insistente pregunta de si había trabajado o no en el gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez, a lo cual Vizcaíno no respondió nada, aunque sí manifestaba su molestia por esta insistente pegunta. El candidato de Movimiento Ciudadano pidió a la candidata de Morena que no se enojara, luego de que también señalara que Vizcaíno es enemiga de la Universidad de Colima (al confabularse con el diputado Vladimir Parra para atentar contra la autonomía universitaria).

La candidata de Morena, por su parte, se vio como se ha visto: demagoga y falsa en sus propuestas y compromisos, muchos de los cuales ha hecho López Obrador y no ha cumplido. Se vio mal prometiendo la luna y las estrellas, muy alejada de la realidad, porque sus promesas no son viables ni factibles de realizar, lo cual es tratar de engañar o engañar a la gente.

Me parece que en este debate quien salió perdiendo fue la candidata de Morena porque fue exhibida como deshonesta e intolerante y de nuevo se quedó callada ante la acusación de malversación de recursos público con el trueque de un terreno a una inmobiliaria cuando fue alcaldesa de Cuauhtémoc, por lo que es posible que en las próximas encuestas la hagan perder algunos puntos y se ponga a tiro de Mely Romero, quien seguramente subirá más puntos en la preferencia electoral.

Quienes también pudieron ganar bonos son Leoncio Morán al mantener en jaque a Vizcaíno con la pregunta de si había trabajado o no con el gobernador del estado, además de los compromisos que hizo con diversos sectores de la población, y el candidato del Pvem, Virgilio Mendoza, quien se dedicó a hacer propuestas y compromisos, poniendo a Manzanillo como el eje central de sus acciones.

Claudia Yáñez también hizo propuestas y trató de meter al debate a Vizcaíno, pero la candidata de Morena volvió a hacer mutis ante la acusación de presuntos actos de corrupción en los casos de Altozano y el manejo de los recursos de los programas sociales federales.

Por lo demás, el debate fue un catálogo de buenas intenciones, pero no hubo lo que se busca con este ejercicio: debate de ideas. Y esto tiene que ver con el formato, incluyendo las preguntas que se formulan. Mientras las cosas no se orienten hacia un debate de ideas, este tipo de eventos será un mero encuentro en el que cada candidato expondrá sus propuestas y compromisos, mismos que ya son conocidos, por lo que no serán de utilidad para los ciudadanos.