Definiciones
Raúl Merced Lares
Morena no avanzó electoralmente en la entidad, no obstante que ganó la elección de la gubernatura, que por cierto está impugnada por el PAN, esperando ver si los panistas llegan hasta la última instancia para hacer valer sus razones y ratificar que son la verdadera oposición en el país y en el estado.
En 2018, bajo la sombra de López Obrador, Morena ganó la mayoría de las presidencias municipales y en el Congreso del Estado, gracias a que los legisladores del PES se convirtieron en morenistas al incorporarse a la bancada morenista, así como las senadurías y las dos diputaciones federales, amén de la Presidencia de la República.
Sin embargo, este 2021, según el cómputo del IEE, Morena ganó la elección de la gubernatura, -aunque ésta aún no se ha definido legalmente-, cuatro alcaldías y 10 diputaciones locales (algo similar a lo que obtuvo en 2018), así como una de las dos diputaciones federales.
En el caso de la elección de la gubernatura, el PAN tiene la oportunidad de exhibir las trampas con las que ganó Morena, aun cuando seguimos pensando en este sentido que Indira Vizcaíno obtuvo más votos porque a los beneficiarios de los programas sociales los metieron el miedo de que, si no votaban por ellos, iban a perder este apoyo, tal como lo está denunciando Jorge Luis Preciado en Manzanillo; es decir, coacción del voto.
De cualquiera manera, si no pasa algo extraordinario, Indira Vizcaíno llegaría a la gubernatura del estado, aunque con baja legitimidad, como ha sucedido con los gobernadores desde 1997, y manchada con las irregularidades e ilegalidades en las que incurrió antes y durante la campaña, como eso de presentarse como candidata ante el IEE, cuando no era el momento de hacerlo y ella no había sido declarada como tal por Morena. El fin de esto fue promocionarse políticamente fuera de los tiempos electorales.
Así, Indira no tiene calidad moral para descalificar y atacar a sus adversarios políticos, sobre todo a priístas y panistas, como lo hizo y como lo viene haciendo. Se esperaría, por el bien del estado y de los colimenses, que haga a un lado la intolerancia y el resentimiento para transitar por otro camino, si es que el TEE o el TEPJF no resuelven algo extraordinario.
El reconocimiento democrático que se había mostrado después de la elección del 6 de junio se acabó en Morena una vez que el PAN impugnó sorpresivamente la elección. Los morenistas, entonces, impugnaron por impugnar alcaldías y diputaciones locales a la coalición Va por Colima en donde participaron los panistas, tal vez para que priístas y perredistas convenzan al PAN de no ir al TEPJ y, así, no alargar el proceso estatal, de tal suerte que permita el ascenso tranquilo de Indira. Si los panistas recurren al tribunal federal, Morena hará seguramente lo mismo en el caso de sus impugnaciones.
Sea como sea, Morena y sus representantes populares están obligados a conducirse con más respeto y civilidad política porque llegarían cuestionados a los cargos, por lo que no tienen la calidad moral de llamar fraudulentos, tramposos o corruptos a sus adversarios.
La tolerancia y cautela que ha mostrado el PRI ante los ataques y descalificaciones de Morena e Indira Vizcaíno pueden terminarse el uno de noviembre, cuando se empiece a definir quién mandará en el partido, una vez que termine el actual liderazgo real. Hasta entonces se sabrá si los priístas continúan siendo institucionales y tolerantes o actúan como una verdadera oposición a Morena, tal como lo viene haciendo el PAN.
Por lo pronto, el PRI tiene la oportunidad de hacer un bloque opositor en la Cámara de Diputados y en el Congreso del Estado si se mantiene firme la coalición PRI-PAN-PRD, lo cual sería benéfico para los ciudadanos en general, ya que se ocupa que Morena, su presidente y sus gobernadores tengan contrapesos políticos y legislativos. Hasta ahora han conducido al país por un camino que no desea la mayoría de los mexicanos y de los colimenses, no sólo de los que votan, sino de todos los ciudadanos.
REPESCA
RUBÉN PÉREZ Anguiano ha realizado como hombre de la administración pública un trabajo discreto, pero eficiente, leal e institucional, lo cual no cualquier funcionario lo puede presumir. Por eso ha permanecido en la administración pública, luego de transitar por una etapa como ideólogo del PR. Esa trayectoria pública la comenzó como regidor del Ayuntamiento de Colima y la continuó como Secretario de Cultura del Gobierno del Estado de Colima en dos periodos y Secretario de Desarrollo Social en el Gobierno Interino de Colima, entre otros cargos y actividades públicas, así como coordinador general de asesores del gobierno estatal. Lo recodamos porque el pasado 24 de junio, el mero día de San Juan, Pérez Anguiano cumplió un año en la Secretaría General de Gobierno, la dependencia de mayor peso político y legal del gobierno del estado. Felicidades a Rubén por la trayectoria pública que ha desarrollado.