Otra joyita presidencial

 

Raúl Merced Lares

 

 

El presidente se pone solito en el paredón.

 

Y es que la nueva joyita que López Obrador declaró el pasado el domingo sobre el coronavirus me hizo hacer un esfuerzo y salir del confinamiento en el que puse a este espacio periodístico por razones de trabajo y de salud.

 

Entre otras expresiones dignas de ser incrustadas con letras de oro en su rancho de Chiapas, el presidente aseguró que se ha “podido domar” al coronavirus y no ha habido un desbordamiento de la pandemia o no se han saturado los hospitales porque toda la población ha realizado el aislamiento social “al pié de la letra”, pese a que no ha comulgado con esta recomendación de la autoridad sanitaria en México.

 

En un video difundido en sus redes sociales, el inquilino de Palacio Nacional indicó que en vez de que haya un crecimiento desmedido de los contagios por Covid-19, “ha habido un crecimiento horizontal” y eso ha permito a las autoridades prepararse con equipo, insumos y personal médico, cuando medio mundo ha sido testigo de que en la fase 3 de la pandemia, cuando ya había miles de enfermos y cientos de muertos, se escuchaban aún múltiples quejas de trabajadores de la salud porque precisamente no tenían tal protección.

 

Y en otros rasgos mitómanos que caracterizan al presidente, López Obrador agradeció a la gente porque –dijo- sigue cumpliendo las medidas “al piel de la letra” e informó que “tenemos una disponibilidad de hasta 70 por ciento de camas de terapia intensiva –dato que sin embargo habría que verificarse si se toma en cuenta que la mitad o más de lo que dice el presidente han sido mentiras o fake news-“.

 

En síntesis, el presidente dijo convencido que “vamos bien” porque “se ha podido domar la epidemia”, y en lugar de que se disparara, como ha sucedido desgraciadamente en otras partes, “aquí el crecimiento ha sido horizontal, y esto nos ha permitido prepararnos muy bien para tener todo lo que se requiere de equipos médicos, los especialistas”.

 

Esta nueva joyita del presidente opositor tiene relación con aquella “visión” optimista que expuso el presidente al inicio de la contingencia sanitaria en el sentido de que el coronavirus le venía como anillo al dedo a su gobierno porque iba a demostrar de lo que es capaz la cuarta transformación.

 

Hasta el momento la situación epidemiológica oficial del coronavirus indica que hay alrededor de 15 mil enfermos y casi mil 500 muertos por Covid-19, con una fría proyección de casi 10 mil defunciones al término de la epidemia, cifras que según el presidente le vendrían como “anillo al dedo”, cuando estos datos sin duda podrían ser menores si habría aplicado más y oportunas medidas y se haya preparado mejor para la atención de los pacientes. Se habrían evitado tantas muertes.

 

Por lo que ha dicho, el presidente da la impresión de que en México casi no ha pasado nada y no va a pasar nada debido al coronavirus, pero habría que preguntar a los miles y  miles de enfermos y a los miles de familiares de los fallecidos para saber si López Obrador tiene razón o no con este mensaje triunfalista que envía al país.

 

Lo digo porque la situación epidemiológica que a diario se reporta desde Palacio Nacional no concuerda con la realidad, misma que según los expertos matemáticos es otra y es ocultada por el gobierno de López Obrador con tal de reiterar al final que esta pandemia le vino como anillo al dedo.

 

REPESCA

 

A PROPÓSITO de la pandemia, cabría hacer una pregunta: Si la población de Colima es la que menos respeta el aislamiento social, como lo asegura el presidente, ¿por qué hay pocos casos y defunciones por Covid-19 en el estado?