La crisis también ha llegado a asociaciones o agrupaciones que proveen alguna asistencia social a causas, como el rescate y cuidado de mascotas. Es el caso de El Refugio Animal Huellas, quien hizo un llamado a autoridades y sociedad en general para que se les apoye para seguir operando al reconocer que atraviesan un momento crítico, pues de acuerdo con su administradora, Wendy Gallegos, no se tienen recursos ni comida para alimentar a los animales.
“Es una situación verdaderamente complicada, porque ya no tenemos alimento para darle a los animales, por lo que pedimos el apoyo de la población para que nos donen alimento”, expresó.
Indicó que en este santuario animal se albergan a 200 animales de diversas especies como reptiles, felinos, mamíferos, aves, además de animales domésticos como perros y gatos.
Comentó que por muy bajo los gastos de operación mensual ascienden a 10 mil pesos, siendo los principales gastos los veterinarios y de alimentación de los animales.
“A todos los animales se les lleva al veterinario cada que están enfermos, donde además hay que pagar el medicamento y tratamientos, también se requiere de alimento especial para cada especie. Por ejemplo, para las tortugas y erizos se requiere de alimento especial, no se les puede dar cualquier cosa, porque la idea es que se recuperen lo antes posible para que puedan ser reincorporados a su habitar natural”, señaló.
Además también se compran croquetas para perro y gato, y una proteína adicional para que se desarrollen fuertes y sanos.
“Son muchos gastos y los recursos ya se terminaron, no tenemos para comprar croquetas para los gatos, les estamos dando croqueta para perro, pero ya nos estamos quedando sin alimentos para el resto de los animales, estamos desesperados, pedimos la ayuda de la población que nos ayuden a seguir brindando una atención digna a estos animales que de otra manera estarían en la calle sufriendo o ya estarían muertos”, mencionó.
Wendy Gallegos comentó que incluso en estas circunstancias hay personas que quieren seguir llevando animales, “unos para deshacerse de sus perros y otros porque se encontraron a los animales heridos o abandonados en la calle y quieren hacer su “buena acción” y se les hace fácil traerlos y dejarlos aquí; pero les decimos que ya no podemos recibir más animales porque no tenemos para alimentarlos, y menos en condiciones que pudieran representar un riesgo par el resto de los animales porque no han sido evaluados por un veterinario para descartar cualquier enfermedad transmisible y todo eso cuesta, y nadie se quiere hacer cargo de esa parte del rescate, pero todos quieren hacer su “buena obra”.