La demolición que particulares iniciaron el viernes pasado de lo que se mantenía del edificio y capilla del exconvento y colegio de Las Adoratrices se detuvo por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Colima (INAH).

De acuerdo con el director del Centro INAH Colima, Julio Ignacio Martínez de la Rosa, la obra de demolición de esos dos inmuebles que se mantenía en pie tras el sismo de 2003 estaban protegidos como edificios histórico y cultural.

El edificio que fue parte del exconvento se erigió en el siglo XIX, en tanto la capilla se construyó en el siglo XX, pero su valor cultural fue por la intervención que tuvo del artista colimense Alejandro Rangel Hidalgo.

“Es un atentado a la cultura y el patrimonio que está consumado porque derribaron los dos. Las consecuencias se van a analizar desde el punto de vista jurídico, por lo pronto lo que tenemos que hacer es si el Ayuntamiento de Colima autorizó o no”, expresó el Director del Centro INAH Colima.

También advirtió que estaba la presencia de personal del Ayuntamiento, junto con elementos de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Vialidad del municipio, quienes permanecían a distancia de la intervención que hizo el INAH Colima.

Acudieron al lugar, las esquinas de las calles General Núñez y Aldama, en el centro de la capital del estado, el dictaminador del área de Monumentos Históricos, Luis Manuel Cárdenas, quien explicó que sólo existía un permiso de demolición parcial el cual protegía los dos edificios que demolieron.

Por su parte el Jefe Jurídico del INAH Colima, Alejandro Chávez, informó que se trató de un daño al patrimonio cultural e histórico protegido, por lo que se ejecutó una suspensión de obra e iniciarán las denuncias ante la Fiscalía General de la República contra quien resulte responsable.