Tiempo fuera
Por Héctor Sánchez de la Madrid

Alberto “El Güero” Isaac Ahumada —hijo de María Ahumada Silva, media hermana de mi padre, Don Manuel Sánchez Silva—, medio primo hermano de los Sánchez de la Madrid, le comentó a mi hermano Manuel que escribiera un argumento basado en algunas de las historias que le había platicado para llevarlo al cine. Lejos estaba en ese momento la novela “Un Mexicano en la Luna” de la autoría de mi fraterno.

La referencia surgió de una trabajadora doméstica de Germán Saucedo de la Torre, originaria de Zapotitlán de Vadillo, quien le platicó el relato de un anciano de esa población jalisciense, en la falda norte de los volcanes de Colima, que se decía padre del primer hombre que pisó la Luna, el 21 de julio de 1969, esto es, del estadounidense Neil Armstrong que originalmente se llamaba José. Germán le transmitió la versión a Manuel.

El tema le gustó para escribir la novela. Le comentó a su también amigo de la infancia, Esteban “Carrín” Meneses Fernández, quien era piloto y tenía una avioneta para que se trasladaran en ella hasta ese lugar para entrevistar al supuesto papá de Neil Armstrong. “Carrín” aceptó y volaron hasta Zapotitlán de Vadillo, aterrizaron en un potrero y como pudieron localizaron y dialogaron con el señor mayor de edad.

En su introducción Manuel le explica al lector que la versión del señor entrado en años la tomó como la parte central de su trabajo literario, a la cual le agregó el romance de una mujer zapotitlense con Vicente “El Indio” Alonso, la devastación de Minatitlán por el ciclón del 27 de octubre de 1959 y una trama en la que él es el actor principal, logrando una narrativa rica e interesante que de pronto se aleja del tema inicial que es el de cómo un mexicano, oriundo de Zapotitlán de Vadillo, llegó a la Luna.

Manuel Sánchez de la Madrid es el autor de “Un Mexicano en la Luna”, sus amigos Germán Saucedo y “Carrín” Meneses son testigos vivientes de su origen y desarrollo; la portada del libro es un cartón dibujado por “El Güero” Isaac en 1996; los derechos legales están debidamente inscritos en el Registro Público del Derecho de Autor. La novela fue editada por “Diario de Colima”, bajo mi dirección, el 14 de mayo de 2010, día en el que mi hermano cumplía 70 años; fue mi regalo de cumpleaños.

Traigo a colación lo anterior porque el lunes de la semana pasada se iba a presentar en Villa de Álvarez un libro sobre Alberto Isaac, “La Flecha Colimense”, en el que uno de los participantes difamaba al periodista y escritor Manuel Sánchez de la Madrid, quitándole el mérito de la autoría para adjudicárselo al cineasta con raíces colimenses nacido en Coyoacán, Distrito Federal, el 18 de marzo de 1923, quien nada tuvo que ver con la concepción del tema ni con su realización.

Mis sobrinos Lourdes y Manuel Sánchez Hurtado (Amalia desde el lugar donde vive) me invitaron a tomar un café para platicar, a lo cual accedí con gusto. Ahí me comentaron el contenido difamatorio de un artículo que saldría en el citado libro “La Flecha Colimense”, lo revisé y consideré que podía considerarse difamante, preguntándoles si tenían o conocían a un abogado, contestándome que no. Por fortuna, en el café, me vería con un magistrado, ofreciéndoles que le preguntaría por un experto en la materia.

Así sucedió, me recomendó a un Doctor en marcas, patentes y derechos de autor, me compartió su número de celular, le llamé un día después, le comenté los pormenores del caso, quedando de vernos al día siguiente con él en su despacho mi sobrino y yo. Acudimos puntualmente, Manuel completó la información al especialista y a un colaborador suyo, señalándonos que procedía un camino extrajudicial a través de una Carta de Prohibición para suspender la presentación del libro en mención que serviría de antecedente si no se atendía el veto y se ponía el libro a la venta.

El sábado a mediodía mi sobrino recibió el PDF del bufete con la Carta de Prohibición, me la reenvió, la leí y me pareció perfecta por la redacción y la sustentación jurídica. En la tarde el propio experto le mandó por correo el documento prohibitivo al editor, quien el domingo por la mañana se comunicó vía WhatsApp con Manuel para informarle que el acto quedaba cancelado y que se suspendía “la venta del libro con el contenido actual”. La reacción del editor fue positiva, como lo esperábamos, por los lazos de amistad que nos unen con él.

La oportuna intervención de mis sobrinos y el trabajo excelente del especialista destacado, a quien le doy las gracias y le extiendo mi reconocimiento, evitó que un forastero que vivió un tiempo en Colima (hace años emigró) tratara de manchar el prestigio del periodista y escritor Manuel Sánchez de la Madrid, desconozco por qué y con qué aviesos fines, quizás con el propósito malsano de ensuciar lo que está limpio. Afortunadamente vivimos en un país donde aún impera el estado de Derecho y tenemos a profesionistas brillantes en todos los ramos.

Hay que esperar la exhibición de la película basada en la novela “Un Mexicano en la Luna”, cuyos derechos adquirió el colimense Francis Levy para filmarla y falleció cuando estaba a punto de iniciar su rodaje en locaciones de Colima y Jalisco. Cuando el “El Güero” Isaac leyó la novela, aún no impresa, le dijo a Manuel que le gustaba pero le faltaba sexo y violencia para llevarla a la pantalla grande, negándose mi hermano a modificarla. Ojalá que el film se apegue a la ópera prima de Manuel Sánchez de la Madrid y conserve el sabor y el aroma provincianos que le imprimió.