En solfa
Por Héctor Sánchez de la Madrid

Este jueves y viernes próximos visitará Manzanillo y Colima la precandidata a la presidencia de la República del Frente Amplio por México que aglutina al PAN, PRI y PRD, así como a Xochitlovers y otras organizaciones ciudadanas, la senadora hidalguense, Xóchitl Gálvez Ruiz, en su gira por el país para darse a conocer, ya que las propuestas las dirá en campaña a partir de mediados de febrero cuando se registre como candidata formal.

Difícil tarea tiene actualmente la abanderada de las fuerzas opositoras de armonizar, de acoplar, de sintonizar a las dirigencias partidistas y ciudadanas, quienes a su vez les corresponde la misma responsabilidad con los militantes y miembros de sus organizaciones políticas. Si es complejo poner de acuerdo a las y los afiliados a un mismo color, imaginemos lo complicado que será hacerlo con integrantes de distintas ideologías, pero no le queda de otra.

Xóchitl recibe información y opiniones de los directivos de las agrupaciones partidarias y civiles, lo cual me parece correcto, sin embargo, por lógica, éstas son diferentes entre sí pues cada una corresponde a visiones e intereses diferentes y en ocasiones hasta diametralmente opuestas. Bien haría la política apartidista de tener en cada entidad a representantes ciudadanos (no partidarios) que tamicen el cúmulo de datos y los sinteticen para que los conozca.

No puede, no debe escuchar solamente a una de las partes para tomar decisiones porque de esa forma únicamente se enterará de una versión y desconocerá las demás. Habrá veces que abanderamientos políticos y organizaciones ciudadanas se pongan de acuerdo y lleguen a ella con el convenio en las manos, lo cual sería ideal, pero seguramente serán escasas las veces que sucederá así y las más le presentarán el problema y no la solución.

Es vital que las y los candidatos a los cargos de elección del FAM que acompañen a Xóchitl tengan, si no todas sus cualidades, si al menos las principales, como la honestidad, la preparación y la vocación de servir a la comunidad, no como ha sucedido antes y ahora que muchos funcionarios y representantes han carecido no de una sino de las tres características. El modelo de Gálvez Ruiz debe replicarse para que todas y todos puedan trabajar unidos.

Queda poco tiempo para que los dirigentes partidarios en Colima logren los consensos en las candidaturas a los cargos de elección, que deberían de ser quienes estén mejor posicionados y puedan desarrollarse hacia los comicios de 2027, entre los cuales destaca la elección de quien contienda por la gubernatura de Colima, sin embargo, no les corre la sangre por las venas pues ni siquiera se reúnen para buscar y encontrar los acuerdos necesarios.

¿Qué esperan los directivos del PRI, PAN y PRD, al igual que los representantes de las agrupaciones civiles para sentarse a convenir las candidaturas que estarán en juego el 2 de junio próximos? ¿Quieren que se les venga el tiempo encima para sacar las postulaciones a la carrera y quizás provocar fracturas y deserciones entre la militancia? Están enfrascados en una guerra de egos en la que sólo ven por sus intereses, no por los de Colima y México.

La mayoría de los militantes distinguidos del PRI y el PAN nada hace y los muy pocos activos que hay se mueven para llevar agua a su molino, para enrarecer el ambiente partidario y provocar divisiones en lugar de promover el entendimiento y la unidad. Después de beneficiarse de los cargos públicos toda su vida quieren seguir exprimiendo el erario para ellos o sus prosélitos, no terminan de saciar sus ambiciones, por eso los castigaron en las urnas en 2018.

La pieza electoral más peleada por debajo de la mesa es la candidatura a la alcaldía de Colima, la cual debería de corresponderle a la actual presidenta municipal, Margarita Moreno González, por estar arriba en las encuestas y por el buen papel que ha hecho al frente del cabildo, sin embargo, el diputado federal panista, Riult Rivera Gutiérrez, aduce que a él le corresponde por un compromiso partidista contraído (no sé si sea cierto) y que no dará ni un paso atrás.

Al presidente del PRI, Arnoldo Ochoa González, le ha faltado fuerza y carácter para apoyar la reelección de la alcaldesa Margarita Moreno ante la dirigente del PAN, Julia Jiménez Angulo, quien representando los intereses políticos de Pedro Peralta Rivas, quiere la alcaldía capitalina para Riult Rivera y su grupo político. Si Margarita está haciendo un excelente trabajo para qué cambiarla. Si Riult es un buen legislador que continúe o que busque una senaduría. Si hicieran un enroque, quizás ella o él no funcionarían igual. El tiempo dirá quién va en el 27.

Lo que deben comprender todas y todos, directivos, servidores públicos, prospectos y militantes distinguidos o no, es que la candidatura verdaderamente importante es la presidencial, que a ella le deben sumar los capitales políticos de todas y todos, que tienen que dejar de pelearse las postulaciones y acordar que las y los mejores deben ser nombrados. Aunque Xóchitl Gálvez ha manifestado que no se meterá en la selección de las candidaturas, debería de poner orden en la disputa sórdida en torno a la candidatura a la alcaldía capitalina, antes de que los priistas y panistas se hagan pedazos a varios meses de la contienda formal y de la elección misma.

P.S. Quienes deben estar muy contentos son los contrarios de los opositores (Morena, PT y PVEM) al darse cuenta que nadie del PRI o del PAN interviene para entablar un diálogo que deshaga el embrollo de que Margarita Moreno podía salirse del PRI, mismo que la presidente municipal capitalina nunca ha declarado ni confirmado.